viernes, abril 19, 2024

ECONOMÍA Y POLÍTICA: Xóchitl Gálvez: sospechosa negligencia

Miguel Ángel Ferrer

Una organización vecinal en la modalidad jurídica de asociación civil (AC) denominada La Voz de Polanco ha denunciado ante la titular de la Delegación Miguel Hidalgo de la Ciudad de México, la panista Xóchitl Gálvez, una construcción irregular, por no decir ilegal, de una obra destinada a ser utilizada como centro nocturno, lo que ahora se conoce como “antro”.
El predio donde se levanta la edificación está ubicado en la calle Campos Elíseos número 269. A decir de La Voz de Polanco y de muchos vecinos más, Xóchitl Gálvez, ya se reunió con esa organización vecinal y se vio aparentemente sorprendida por las informaciones que se le dieron respecto de la carencia de la documentación legal necesaria para la obra. Y afirman que se mostró dispuesta a investigar todas las anomalías que se observan en ella y a proceder, como autoridad competente, para impedir que se viole la ley.
Sin embargo, dice La Voz de Polanco, pasan días y la ilegal obra sigue avanzando bajo un manto de silencio sobre la identidad real de los constructores.
Refieren los vecinos que en el predio donde se construye el antro había una casa que posteriormente se convirtió en restaurante, pero que a finales del año pasado fue demolida sin que los vecinos pudieran constatar que existiera el imprescindible permiso oficial de demolición.
Más aún: de acuerdo con datos proporcionados por los vecinos de la célebre colonia Polanco, los anónimos constructores pretenden levantar el dicho antro en Campos Elíseos 269 con una solicitud de certificado apócrifo de uso de suelo que data de 1991, es decir de hace casi 30  años. La antigüedad del supuesto certificado de uso de suelo ya da base para que La Voz de Polanco y los vecinos de la colonia sospechen que algo turbio se está cocinando. Adicionalmente los denunciantes afirman que se está levantando una obra que incumple con todas las normas del reglamento de construcción.
Para demostrar que nada hay irregular en la pretendida obra, tanto a los ignotos constructores como a la delegada Xóchitl Gálvez, les bastaría mostrar públicamente los documentos oficiales que tendrían que amparar la legalidad de los hechos citados.
Hasta ahora La Voz de Polanco y los vecinos no han acusado a la delegada Gálvez de cometer actos ilegales. Sólo han puesto de relieve la notoria negligencia de la funcionaria. Pero los hechos dan para pensar que, como se dice popularmente, a Xóchitl Gálvez ya le untaron la mano. La negligencia aparentemente inexplicable suele tener una explicación oscura que normalmente y desde lejos huele a corrupción. No de la corrupción ideológica y política de la que Xóchitl Gálvez ha dado tantas muestras, sino de la también muy rentable corrupción dineraria.

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