lunes, mayo 6, 2024

Cristiano Ronaldo: muchos goles, muchísimos millones

Luis Alberto García / Moscú

*El jugador portugués empezó con once años en el Sporting.

*Manchester United, Real Madrid y Juventus lo hicieron multimillonario.

*CR7 dejó a los merengues madrileños por presuntos problemas con el fisco.

*Con Portugal, ”Hat trick” a la selección de España en Rusia 2018.

*Comenzó sin anotar en Italia, expulsado a los 29´ en la Champions.

 

 

El miércoles 19 de septiembre, a dos meses y cuatro días de que concluyera la COPA FIFA  / Rusia 2018, en la que Cristiano Ronaldo Aveiro anotó tres goles -“hat trick”- en el empate (3-3) que significó un buen debut de Portugal ante el España dentro del Grupo B, el multimillonario futbolista salía expulsado y llorando al minuto 29 de un partido de la Liga de Campeones ante la Roma.

 

Nunca antes en 158 encuentros de ese torneo continental le habían mostrado la tarjeta roja, hasta que el árbitro alemán Félix Brych se atrevió a hacerlo, opacando así la trayectoria de quien  se había creído dios de dioses en el Olimpo balompédico mundial, sin goles –además- en sus tres primeros partidos de la Serie A de Italia, a la que fue transferido por el Real Madrid el 26 de mayo de 2018.

Dos días antes de tan triste y memorable suceso, -después de demorar 320 minutos en marcar por vez primera con la Juventus-, anotó un doblete al modesto Sassuolo, lo que se supone debía ser la continuación de una fulgurante trayectoria que empezó en el Nacional de Madeira, la isla en que nació el 5 de febrero de 1985 en Funchal, capital de la isla de Madeira.

“No hay duda de que su trayecto entre el Sporting de Lisboa y el Juventus de Turín ha sido fabuloso”, dice con regocijo Manoel Barroso, su entrenador en el Andorinha isleño, su primer club con aspiraciones profesionales.

Cinco veces ganador del Balón de Oro, el jugador más emblemático de la selección portuguesa, el más mediático de cuantos existen en el planeta-futbol, atacante máximo en su país, en Inglaterra con el Manchester United, en España con el Real Madrid y aspirante e lo mismo en Italia con la Juventus, a la que llega por presumibles líos fiscales con los merengues de Chamartín.

En 2013, su mejor año, hizo 69 goles, y quince solamente en la última eliminatoria europea para ir a la XXI Copa del Mundo, jugó 16 partidos en Copas FIFA -entre Alemania, Sudáfrica, Brasil y Rusia-, acumulando más de mil minutos como titular sobre la cancha defendiendo los colores lusitanos; pero por encima de su carrera como futbolista parece estar la de deportista millonario.

A los 33 años, se estima que Cristiano Ronaldo tenía una fortuna superior a los 450 millones de dólares netos, según la revista Forbes de julio de 2018: 61 de su salario y bonos madridistas, más 47  por contratos de publicidad, sin importar cuál sea su desempeño como futbolista, gracias a que su contrato actual con el club italiano le reportará 50 millones de dólares adicionales hasta 2021.

Tras haber realizado 654 goles entre abril de 2003 en su debut con el Manchester -con 18 años de edad-, y septiembre de 2018 con la Juventus -con 33-, se augura que esa fortuna crezca más y más, con una cifra adicional: sus piernas están aseguradas en 144 millones de dólares, lo que costaban las de Alfredo Di Stefano y “Pelé” juntas.

Es el deportista más seguido en redes sociales: 322 millones de aficionados, por lo que cobra caro cuando alguna marca comercial le pide una mención, pues cada una de esas interacciones alcanza a 2.3 millones de personas, con una facturación mínima de 400 mil dólares por promocionar un producto en las redes.

Y si se trata de una estrategia de mercadotecnia –comentarios con fotografías o videos- cobra hasta 1.8 millones de dólares, sin que haya dudas de que, su sorpresivo viaje a Turín, le signifique enorme cartel con una escuadra que domina a plenitud el gioco-calcio italiano y está entre las más competitivas del mundo.

Como antes fue en el Manchester de sir Alex Ferguson y en el Real Madrid con Carlo Ancellotti y Zinedine Zidane, en la Juve gravitan asteroides en torno a su figura juvenil, atlética y disciplinada que llenan los sueños de cualquier técnico europeo: Alex Sandro, Douglas Costa, Sami Khedira, Mirjalem Pjanic, Mario Mandzukic, Paolo Dybala, Juan Guillermo Cuadrado y Blaise Matuidi.

Con un equipo de expertos mercadólogos sumamente inteligente y audaz –acaso comparable con el de Neymar Júnior Santos, el melodramático 10 del París Saint Germain y de la verde amarela, cuyos intereses se manejan desde Sao Paulo, Brasil, avezado y atrevido como los que han configurado y creado la imagen de atletas grandes estadounidenses-, CR7 roba la atención como nadie.

Fue en 2005 cuando, casi esclavo del gimnasio y valiéndose de su bien parecido rostro y su cuerpo –él mismo lo dice- de Adonis o Apolo griego, entró en Inglaterra al ámbito del modelaje de perfumes, relojes, zapatos y ropa, protagonizando la primera campaña publicitaria de “Pepe Jeans”, para irse convirtiendo en una marca comercial fuera de las canchas.

Su crecimiento en el Manchester fue paralelo a la firma de contratos con las más importantes empresas británicas, que pronto fueron continentales y globales, desde los zapatos con los que juega, hasta sus trouseaus interiores, despojando a su entonces compañero David Beckham de su aura de arcángel anunciante de todo lo imaginable, apoyado por supuesto de su esposa Victoria Adams, su inseparable “spice girl” londinense.

Hemos estado acostumbrados a escuchar sobre sus hazañas en el futbol; pero también es preciso informar cómo gana tanto dinero fuera de las canchas uno de los jugadores mejor cotizados del deporte, convertido éste en comercio, lejísimos del latino lema olímpico de Pierra de Couberti: “vini, vidi, vinci”.

Poseedor de una ya voluminosa y ofensiva fortuna que jamás soñó ese niño pobre de Funchal, hoy propietario de gimnasios, accionista de agencias digitales, restaurantes y hoteles en otros países, una línea de aviones privados, dueño de patentes de videojuegos, habría que conocer en que gasta Cristiano Ronaldo Aveiro el dinero que, con relativo esfuerzo –dice que es bastante duro-, se gana con el sudor de los pies.

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