Norma Meraz
Ante la promesa definitoria de que “ conmigo no habrá corrupción”,Andrés Manuel López Obrador captó la atención de muchos electores indecisos , durante la campaña presidencial .
Por el simple hecho de que Él sea un político incorruptible , cuesta trabajo creer que por el solo hecho de que lo sea, el resto de los funcionarios públicos, empresarios, educadores, líderes sindicales, policías, jueces, congresistas, militares , comunicadores, clérigos y otros que no lo son, en automático dejarán de serlo.
Suena a sueño guajiro y me recuerda aquella promesa de un expresidente de la República que , muy echado pa’ lante, dijo” yo en 15 minutos arreglo el conflicto con el Ejército Zapatista de Liberación Nacional – EZLN-.
Ah sí, cómo no!, tiró los bártulos y se fue.
Una práctica tan antigua como es la corrupción- impunidad, ascenderás a en nuestro país durante muchas décadas- por cierto, Mexico es considerado el país más corrupto de toda Latinoamérica -, es un ejercicio maligno que ha perneado en todas las capas de nuestra sociedad , no se acaba con un simple decreto o memoranda.
Ya sea que nos refiramos al policía de tránsito que tiene que llevarle al jefe una cuota diaria de “ moches” por las multas “ perdonadas”; porqué no, referirnos a los innumerables líderes sindicales que se enriquecen con las cuotas y venta de plazas ; y que decir de los encargados de los puestos de migración en la frontera sur por donde ingresan más de 350 mil personas provenientes de centro y Sudamérica , el Caribe, Asia y hasta de África que, dejan pasar por una cierta cantidad de dinero, a polleros, o tratantes de personas .
Hoy en día, la voluminosa migración que entra por Chiapas a Mexico, empieza a generar un problema muy serio para el país. El número de mujeres y menores de edad va en aumento – hasta hace unos días, se hablaba de 17 mil-,el control
La contención y manejo de masas humanas que a como dé lugar quieren cruzar nuestro territorio para llegar a Estados Unidos , crea problemas de sanidad, seguridad, y hasta de violencia .. En algunas poblaciones de los Estados de Chiapas y de Oaxaca, incluso hay inconformidad con los migrantes por generar basura, que se convierten en focos de infección, la comida que les ofrecen los voluntarios es rechazada porque no es lo que acostumbran a comer, y la ropa que les ofrecen la dejan junto a los desperdicios de comida etc.
Hay que decir que, los habitantes del sureste mexicano, reclaman mejores condiciones de vida también y en esas tierras se registra migración interestatal de amplios núcleos de chamulas, txotziles , mixes , hombres, ancianos, mujeres y niños que caminan descalzos sin comer , enfermos y con poca ropa por las serranías y selvas , en busca de atención médica ropa y por si fuera poco, alimentos .. y a estos miserables indígenas , no les extienden tarjeta o vales de comida, calzado camisa y/ o medicinas.
Los bayacoras de Durango, los huicholes de la misma zona , los tepehuanos de Durango y Chihuahua , esos ni siquiera tienen turistas que les compren sus modestas artesanías , por supuesto no cuentan con servicios de salud ni desayunos escolares y claro, tampoco escuelas.
No caería mal echar un ojo a estas zonas
tan depauperadas de nuestro pobre país, aunque no pertenezcan a la base de votantes del Presidente de la República, sino para atender también a los nuestros .
No nos vayamos a convertir en “ “candil de la calle y obscuridad de la casa”.
Así que :
Digamos la Verdad!