jueves, marzo 28, 2024

CONCATENACIONES: Las paradojas del TMEC

Fernando Irala

A más de un cuarto de siglo de vigencia del Tratado de Libre Comercio entre México, Estados Unidos y Canadá, un nuevo acuerdo de las tres naciones se ha negociado y está en proceso de aprobación.
La paradoja reside en que la inconformidad con el tratado aún vigente y el planteamiento de cambiarlo provinieron del presidente norteamericano, pero la urgencia por llegar a acuerdos y operar el nuevo instrumento, las manifiesta el gobierno mexicano.
El nuevo tratado se firmó en Argentina el último día del mandato de Enrique Peña Nieto como presidente. En los tres países rigen normas parecidas, de que ese tipo de convenios deben ser ratificados por el Legislativo. Pero el único que se apresuró a aprobarlo fue México.
Estados Unidos y Canadá se tomaron su tiempo. Y luego resultó que los congresistas estadounidenses, en particular los demócratas, no estaban de acuerdo con sus contenidos.
Nuevas negociaciones, ya en el actual sexenio, llevaron a agregarle un protocolo modificatoria y dos acuerdos paralelos, que también fueron aprobados en México en tiempo récord.
Esta vez, los norteamericanos se aprestan a hacer lo mismo en breve, pero ahora resulta que quieren aprobar otras medidas que según los negociadores mexicanos no forman parte de lo acordado, algunas de las cuales son lesivas para la soberanía nacional, como que inspectores o “agregados laborales” de ese país supervisen el cumplimiento de la ley en nuestro territorio.
Eso nos pasa por ser, o parecer, tan obsequiosos. Mostrar debilidad ante Trump ha sido una mala estrategia. Ahora ya es muy tarde para poner un “hasta aquí”.
Pero más vale tarde…

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