jueves, abril 25, 2024

CONCATENACIONES: Honestidad bajo sospecha

Fernando Irala

Justo cuando el virtual presidente electo daba a conocer cincuenta puntos, “lineamientos para combatir la corrupción y aplicar una política de austeridad republicana”, el Instituto Nacional Electoral le impuso a Morena, su partido, una altísima multa por la operación ilegal de un fideicomiso para apoyar a los damnificados, que por las pruebas presentadas recaudó fondos en forma simulada, y los distribuyó mayormente entre sus propios líderes.

Serán los tribunales los que diriman si lo documentado por el INE es exacto, pero ya desde ahora llaman la atención diversas evidencias. Una muy notable es que nadamás en uno de sus lineamientos el próximo mandatario se refiere al tema electoral, sólo para prometer elecciones limpias y libres y que se castigará el fraude electoral.

Pero mientras se plantea ahorrar en todos los frentes del gasto público, incuso algunas medidas controvertidas o de ejecución complicada como reducir sueldos o viáticos de los burócratas o suprimirles prestaciones y hasta desaparecer oficinas o áreas completas, por ningún lado se habla de limitar el escandaloso despilfarro de los partidos políticos y del sistema electoral mexicano, que ocurre cada que hay comicios, y cuando no, también.

Por supuesto hay que revisar las canonjías de los muy altos funcionarios federales y estatales, pero los peores excesos están desde hace por lo menos dos décadas en los ríos de dineros y prerrogativas que reciben las organizaciones políticas y que gastan con singular displicencia.

En contraste, en el lineamiento 18 se asevera que “se cancelarán fideicomisos o cualquier otro mecanismo utilizado para ocultar fondos públicos y evadir la legalidad y la transparencia”, pero Morena optó por manejar la supuesta ayuda a damnificados precisamente bajo esa figura legal, en la que ahora se escuda para omitir la información que comprobaría el ejercicio, que ya algunos califican como el primer caso de corrupción antes de que el próximo gobierno asuma.

Así, entre pleitos y descalificaciones, se perfila el estilo del siguiente régimen, y la intención de meter tijera en todos lados, menos en el costoso y abusivo sistema de partidos, el más productivo negocio montado en el nombre de la democracia.

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