viernes, marzo 29, 2024

ISEGORÍA: ¿Ya murió el tigre?

Sergio Gómez Montero*

Este es mi amor, hermanos, este esfuerzo
Denso, maduro, alto,
Estos dedos agónicos y este
Manojo de entusiasmo

J. Debravo: “Este es mi amor”

 

A veces me canso, sí, porque a veces la palabra parece no tener sentido, o definitivamente no tener fuerza para significar y ayudar a modificar (cambiar) la realidad. Pero el sentido de la palabra puede, con el tiempo, adquirir significado, como hoy, en que a la acción que se ejerció  con el voto, tramposamente, el INE quiere oponerse con una acción legal que no tiene sentido y la cual, tanto desde el punto legal como de la acción masiva que se puede ejercer contra ella, está definitivamente nulificada.

Es decir, ¿por qué insistir en soltar al tigre?

Tenemos pues que acudir aquí a la memoria, quienes tenemos más de 65 años y tomar conciencia que desde que teníamos 15 años en 1968 caminamos junto al pueblo, en sus luchas, y supimos de él, del pueblo, como no se doblega cuando se trata de defender sus derechos y que su lucha, cuando se trata de ello, tampoco se detiene, y que eso fue lo que pasó este primero de julio pasado, en que no sólo se trató de salir a votar (entiéndelo bien, Arturo Romo) sino también de defender lo que durante más de 90 años nos han venido negando y que por eso es que rugimos y que si quieren lucha la vamos a dar, pues el tigre no sólo ruge sino sabe luchar de maneras múltiples cuando se convierte en pueblo insatisfecho y más aún enfurecido.

Digo, ¿no nos vamos a enojar cuando los ministros de la Corte se niegan a bajar sus salarios, o los consejeros del INE, quienes peor aún quieren transar con la ley? Puede que los partidos acepten, pero aproximadamente 25 millones de mexicanos que no militamos en esos partidos desde luego que no vamos a aceptar esas actitudes que se oponen a lo que nosotros votamos y que no vamos a permitir que nos tuerzan las cuentas. O sea: cuentas claras y chocolate espeso. Pensar que la lucha terminó con la votación es infantil. Pensar que la votación no trae consigo consecuencias de diversa naturaleza (más aún, cuando ya supimos de lo que pasó en Brasil y Argentina), y que para evitarlas es necesario no bajar la guardia y permanecer en lucha continuamente, sería un error enorme de nuestra parte.

De allí que, seguir con el tigre suelto no es metáfora. O el pueblo sigue en la calle o no habrá cuarta transformación, porque uno de los puntos centrales de esa cuarta transformación es precisamente mantener al pueblo en la calle, pues sólo así se podrán alcanzar los otros puntos que plantea esa cuarta transformación, que en palabras como las siguientes de los Flores Magón aleccionan sobre el quehacer al respecto: “La Junta Organizadora del Partido Liberal Mexicano ve con simpatía vuestros esfuerzos para poner… fin a esa ya bastante larga contienda del hombre contra el hombre, que tiene su origen en la desigualdad de fortunas que nace del principio de la propiedad privada”.

Así o más claro.

P:D: Estuve enfermo unos días y otros días estaré de vacaciones y mis colaboraciones serán irregulares. Mis disculpas.

*Profesor jubilado

gomeboka@yahoo.com.mx

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