sábado, abril 20, 2024

CONCATENACIONES: Año perdido

Fernando Irala

No hemos tenido los mexicanos una historia muy apacible.
Si hemos de tomar el periodo independiente, luego de la lucha iniciada por Hidalgo y culminada más de una década después, el siguiente medio siglo fue de terribles altibajos, en que perdimos la mitad del territorio nacional y sufrimos la ocupación francesa para sostener al segundo imperio.
Restaurada la República, la larga dictadura porfirista representó un progreso económico pero una parálisis política que dio lugar a la revolución.
El movimiento armado dio lugar a una prolongada inestabilidad política, que sólo al finalizar la tercera década se retrajo.
Vino entonces la dominación extremadamente longeva de un Estado de partido único, que apenas al finalizar el siglo XX perdió una elección presidencial.
Con ese vuelco inauguramos la actual centuria, que luego de tres sexenios inciertos produjo una nueva voltereta. Llegó ahora un gobierno autoproclamado de izquierda, que ha producido un singular escenario de estancamiento económico, pese a contar con una formidable fuerza política a la que sin embargo le falta un rumbo claro.
Por si eso no fuera suficientemente preocupante, el dominio del crimen organizado sobre vastas zonas del territorio nacional parece estar creciendo, en medio del beneplácito y/o el desconcierto oficial.
Por lo pronto, el año que agoniza ha sido un ciclo perdido. Cero crecimiento productivo, cero seguridad, cero avances.
Sabemos ya que el tiempo perdido nunca regresa. Pero más allá de la resignación, lo más grave es que no se advierte que el ciclo que está por comenzar vaya a ser distinto. Los vaticinios más optimistas lo pintan muy similar, y los pesimistas calculan que será bastante peor.
Esta vez, los deseos de próspero año nuevo deberán aguardar. Y no sabemos cuánto.

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