Jorge Meléndez Preciado
Ya se resolvieron los casos de Raúl Morón, en Michoacán, y de Félix Salgado Macedonio, en Guerrero, por parte del INE, a quien el TEPJF le devolvió los asuntos para que dictaminara lo que resultara procedente.
Les negaron a los dos la posibilidad de aspirar a participar en los comicios del 6 de junio. Aunque todavía pueden apelar, nuevamente, al Tribunal. Algo que deja pendiente ambos casos.
A pesar del plantón y las estridencias- muy comunes en Félix-, la decisión que adoptó el Instituto mencionado no traerá, a mi parecer, un cisma en el sistema electoral actual, pero si la necesidad de que los próximos consejeros electorales sean producto de un proceso ciudadano y no la imposición de los partidos, organismos de lo más desprestigiado en el país y que dilapidan recursos a lo bestia. En la actual elección tirarán a la basura y en medios más de 10 mil millones de pesos.
Mientras tanto, una encuesta de El Financiero (12 y 13 de abril), realizada por Alejandro Moreno, señala que Morena tiene una amplia intención del voto, aunque no tendrá un día de campo ya que en algunas alcaldías las cosas serán difíciles.
El asunto inicia porque Claudia Sheinbaum tiene una aceptación de 71 por ciento, incluso más que López Obrador que llega únicamente a 55 por ciento, en este sondeo, siendo que en otro: El Economista (12 de abril), obtiene el 61 por ciento.
Quienes han tenido experiencias ante la pandemia, apoyan en 56 por ciento a la científica Sheiunbaum. Quizá por esto el monero Kemchs, un crítico sistemático contra la 4T, en su colaboración que titula: “Ruta correcta” (El Universal, 13 de abril), presenta un tren manejado por Claudia donde se encuentran los fármacos que se necesitan contra el Covid-19.
Respecto a los partidos, Morena obtiene 44 por ciento de aprobación, contra 22 por ciento del PAN, 11 por ciento del PRI, el PRD llega a seis por ciento, Movimiento Ciudadano a cuatro puntos y PVEM logra tres. Los otros no pintan.
Los Morenos obtienen sus mayores votos entre quienes tienen entre 18 y 29 años (40 por ciento) y aquellos que son mayores de 50 años (59 por ciento). Aunque empatan con el PAN en los de 30 a 49 años.
Asimismo, la organización guinda es más aceptada entre los de educación básica, 56 por ciento; y entre los de media educación logran 38 por ciento, en tanto los de estudios superiores los aprueban 37 por ciento.
Resulta sorprendente que, en estos dos últimos rangos, de bachiller a licenciado o más, estén 10 puntos arriba del PAN, lo que muestra el desfonde de la derecha en estratos que tienen acceso a la ilustración.
Obviamente las personas que se dicen de izquierda apoyan a Morena en 69 por ciento; los de centro lo hacen en 40 por ciento y los de derecha, extrañamente, en 19 por ciento. En este último renglón el PAN logra 40 por ciento y el PRI 22 por ciento.
Ahora nos damos cuenta que las diferencias entre albiazules y tricolores casi no existen, por eso es acertado llamarles: PRIAN.
La delegación emblema del PAN, Benito Juárez, es casi un hecho que continuará en sus manos con Santiago Taboada a la cabeza, ya que actualmente tiene 51 por ciento de intención de votos.
En Miguel Hidalgo, Coyoacán y Tlalpan hay empates, no obstante que en la primera Víctor Hugo Romo (Morena) tenga 41 y Mauricio Tabe 37 (PAN); Carlos Castillo (Guinda) anda en 39 y Giovanni Gutiérrez (Va por México) 37. Mientras en Tlalpan hay empate entre Gabriela Osorio (partido en el poder más PT) y Alfa González (trío vs AMLO).
En la muy importante delegación Cuauhtémoc, Dolores Padierna trae 41 por ciento de apoyos. En esta va en la boleta mi amigo Marcos Rascón, muy ligado a Cuauhtémoc Cárdenas y enemigo jurado de AMLO, por el Movimiento Ciudadano, pero sólo llega a 14 puntos.
Radiografía que se moverá en los próximos días por vacunación exitosa, reactivación de la economía, menos inseguridad y poco debido a la propaganda de los partidos, la cual en los medios ha sido deplorable, salvo contadísimos anuncios.
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