LA HABANA, CUBA / SemMéxico/SEMlac.- El cine ecofeminista, como forma de ver el séptimo arte, está irrumpiendo en la gran pantalla. Aunque sus raíces no son nuevas, conceptualizarlo y asumirlo hoy como herramienta de cambio social es clave para repensar una industria cinematográfica más comprometida con el derecho a la vida y la lucha contra el patriarcado, el capitalismo y su depredación de cuerpos y territorios.
Bajo esta premisa, fue presentado el libro Cine en clave ecofeminista. Apuntes por despatriarcalizar y decolonizar la mirada, de la ecofeminista e investigadora Aminta Beleño Gómez, el martes 18 de febrero, en la Sala Hugo Chávez de la Fortaleza de San Carlos de la Cabaña, durante la 33 edición de la Feria Internacional del Libro de La Habana.
Un texto para llenar vacíos y tejer resistencias
Editado por la Fundación Trinchera del Séptimo Arte, la obra surge de la urgencia de su autora, comunicadora social, periodista, escritora y cineasta colombo-venezolana, por responder a la «impotencia ante los atropellos contra la Madre Naturaleza».
Beleño Gómez define el cine ecofeminista como una cinematografía que fusiona las luchas feministas y ecologistas, desafiando las estructuras patriarcales y coloniales.
Su investigación analiza más de 20 películas de países como Argentina, Chile, Colombia, Cuba, Dinamarca, España, Estados Unidos, Islandia, Japón, Palestina, Perú, República Bolivariana de Venezuela y la extinta República Socialista Soviética (URSS).
El volumen incluye la obra cubana Mujeres de la basura al bienestar, de las documentalistas Lizette Vila e Ingrid León, del Proyecto Palomas, Casa Productora para el cambio el activismo social.
«Este libro habla de cine ecofeminista, una insurgencia que se ha tomado todos los espacios y plataformas del cine», afirmó Beleño durante la presentación, aunque reconoció que aún no hay conciencia al respecto.
«Justamente en este libro refiero varias películas que están hechas bajo ese paradigma y una no sabe si el director o el escritor se dio cuenta de ello».
A su juicio, «el cine ecofeminista ha tomado espacios, pero falta concienciar su impacto. No se trata solo de etiquetas, sino de prácticas que transformen la mirada y la producción, reduciendo la huella ecológica», dijo.
En su opinión, «una de las empresas que más daño le hace al planeta es el cine. «El cine contamina y consume muchísima energía. Entonces, aquí está una pequeña guía», destacó en alusión al libro.
La realizadora Lizette Vila destacó la relevancia del texto para visibilizar a mujeres que, sin saberlo, practican el ecofeminismo. «Muchas luchan por la tierra, el agua o sus cuerpos, y no tienen un espacio para nombrar lo que hacen. Este libro les da voz», señaló.
Las ecofeministas cubanas aún no hemos logrado el espacio necesario para expresar todo lo que está sucediendo en el mundo y, por supuesto, en Cuba, agregó Vila, quien consideró que se trata de un texto referencial.
«Aborda abiertamente el patriarcado que sufrimos, revela la crueldad de la opresión y reflexiona sobre el colonialismo. Cuba también lleva la huella de esa opresión colonial», apuntó la documentalista y agregó que el proyecto Palomas en toda su labor incorpora ese pensamiento.
Beleño, quien se define como «víctima del fascismo colombiano» y adoptada por la Revolución Bolivariana, enfatizó el rol de Venezuela en apoyar producciones críticas: «No es fácil que editoriales publiquen a mujeres feministas antipatriarcales y anticoloniales. Trinchera abrió esa puerta», dijo.
El libro, producido con apoyo del Ministerio de Cultura de Venezuela, incluye entrevistas y análisis de colectivos feministas de ese país y Colombia, cuyas historias se entrelazan con las de Palestina, país al que está dedicado el texto y donde «muere toda forma de vida por la ocupación sionista», sostuvo.
En el libro se hace referencia a un documental sobre mujeres palestinas exiliadas en España y que desafían la narrativa reduccionista que las ubica solo en el rol de tener hijos para mantener la existencia de su pueblo. «Su resistencia no se limita a parir; es política, cultural y ambiental», subrayó.
Masculinidades y ecofeminismo: un diálogo necesario
Sergio Cabrera, coordinador general del Proyecto Palomas, planteó la necesidad de incluir a los hombres en esta lucha. «Soñamos con un libro que hable de ecomasculinidades. El patriarcado también oprime a los hombres, obligándolos a negar su naturaleza», expresó.
Cabrera anunció que el próximo Festival Internacional de Cine y Medio Ambiente del Caribe, Isla Verde, que celebrará su tercera edición del 6 al 12 de abril de 2025, abordará el ecofeminismo desde las masculinidades, buscando romper con la idea de que estas luchas son «guetos de género».
Para la autora, lo primero a tener claro es que «el feminismo no es una lucha contra los hombres. Es una lucha contra el patriarcado que oprime a los hombres también. Porque a los hombres, desde que nacen, les están enseñando que deben adversar su propia naturaleza. A los hombres les enseñan a adversar a su vientre, a la madre», sostuvo.
Herminia Rodríguez Pacheco, periodista y feminista, celebró el libro por exponer «las múltiples formas de ese patriarcado que se revela en todas partes: las relaciones entre los seres humanos y la naturaleza, en el cine, en la literatura, dentro de las casas, en los centros educativos, en los lugares de trabajo y en las interacciones en la calle, incluso entre desconocidos», dijo.
Con ella coincidió Beleño, para quien «el cine puede condicionar conductas o liberar pensamientos. Nuestro desafío es descolonizar la mirada», apuntó.
El libro, que pronto derivará en un documental, incluye una guía para producir cine con «huella ecológica cero» y recomienda obras accesibles en plataformas como YouTube. «La suma de pequeñas acciones generará el cambio», concluyó la autora.
AM.MX/fm