JORGE HERRERA VALENZUELA
La atención generalizada está centrada en la sucesión presidencial, más por morbosidad que por interés de los electores, porque por primera vez, desde 1934 cuando se iniciaron los mandatos sexenales, se espera que haya candidatos y candidatas independientes; la lista de aspirantes es de 42, pero habrá quienes no reúnan las 866 mil y tantas firmas que señaló el Instituto Nacional Electoral, INE. También es amplia la relación de los que desean ser diputados federales o senadores, sin apoyo de partido político.
El pasado jueves circuló la versión de que un diputado local, de Nuevo León, entregó al INE las 5,974 firmas que se requieren para ser registrado como candidato a diputado federal. Ángel Alberto Barroso Correa, doctorado en Gobierno y Administración Pública, quiere competir en el Distrito XIII de la entidad mencionada. Se supo que el joven neoleonés activó a su equipo de colaboradores, en octubre, y espera que se verifiquen y validen las firmas.
Aunque nadie lo ha comentado, lo cierto es que a los señores consejeros del INE y sobre todo a su presidente, Lorenzo Córdoba, se les pasó por alto, para no decirles ignorantes, que en muchos municipios de este hermoso país, no hay telefonía, no hay electricidad y sus pobladores ni idea tienen de lo que es el internet. Es por ello que, ahora, ya aprobaron que en 286 “municipios de alta marginación” se recaben las firmas en papel. Además accedieron a la petición de los aspirantes a candidatos independientes, presidenciales, prorrogando una semana más la captura de firmas.
Según las versiones oficiales, la expanista Margarita Zavala Gómez del Campo y el expriista Jaime Heliodoro Rodríguez Calderón, se aproximan a las ¡cien mil firmas!, cada uno, y el experredista Armando Ríos Piter y Pedro Ferriz de Con están muy distantes de fi las ¡866,593! Firmas que necesitan para obtener su registro e ir en busca del voto y ganar la Presidencia de la República. “Marichuy”, la candidata de los grupos indígenas ya aceleró el paso y va en tercer lugar. Los aspirantes al Senado, el jalisciense José Pedro Kumamoto Aguilar y el sinaloense expanista Manuel Clouthier Carrillo, van avanzando en la recolección de firmas de sus simpatizantes.
ALGO DE HISTORIA DE LAS SUCESIONES
El presidente Lázaro Cárdenas del Río inició la costumbre de nombrar al sucesor en la silla presidencial y cuando todos esperaban el lanzamiento del general Francisco J. Múgica, el candidato fue otro militar, el poblano Manuel Ávila Camacho. Este divisionario fue el último de los diez militares que gobernaron al país, el siglo pasado. El Presidente de la Unidad dejó en su lugar al primer civil, al veracruzano Miguel Alemán Valdés. Contaban, hace años, que doña Soledad Orozco, esposa de don Manuel, influyó en “el dedazo”, cosa que también se dijo, en 1975, habría de acontecer en la sucesión de Luis Echeverría al heredar el cargo a su amigo José López Portillo.
Echeverría Álvarez desayunaba con varios de sus colaboradores y a uno de ellos, el ingeniero Leandro Rovirosa Wade, secretario de Recursos Hidráulicos, le comentó que “si lo entrevistaban los reporteros, les dijera que el candidato estaba entre los siguientes funcionarios: Mario Moya Palencia, Hugo Cervantes del Río, Porfirio Muñoz Ledo, José López Portillo, Carlos Gálvez Betancourt y Augusto Gómez Villanueva. El escenario fue en una calle del pueblo de Chinameca, Morelos, en el aniversario del asesinato de Emiliano Zapata, 10 de abril de 1975. Rovirosa Wade me dijo, horas después de cumplir con su misión, que se le olvidó mencionar a Jorge de la Vega y el director del periódico Diario México incluyó a su hermano Luis Enrique Bracamontes, miembro del gabinete presidencial.
El 30 de abril de 1981, Miguel Osorio Marbán, el historiador de los primeros 60 años del PRI, me dijo: “Mira Jorge, en este momento estoy pensando que el maestro López Portillo va a inclinarse por Miguel de la Madrid, dejando fuera a nuestro cuate Jorge de la Vega Domínguez”. El pronóstico se consumó en septiembre de ese año y el colimense fue postulado por el Revolucionario Institucional.
En el curso de 1987 la presentación de los precandidatos presidenciales se hizo por medio de dos pasarelas, en una figuraron Alfredo del Mazo González, Manuel Bartlett Díaz, Carlos Salinas de Gortari, Manuel Camacho Solís y Sergio García Ramírez. En otra, calificada por mi amigo Pancho Cárdenas Cruz, como “minipasarela”, intervinieron José Miguel González Avelar, Eduardo Pesqueira y Ramón Aguirre. Para el relevo de Salinas de Gortari, el elegido fue Luis Donaldo Colosio Murrieta y tras el asesinato del sonorense, fue designado Ernesto Zedillo.
Los dos siguientes sexenios fueron PANistas y en ambos casos se impusieron primero Vicente Fox Quesada y después Felipe Calderón. El PRI postuló sin más trámite a Enrique Peña Nieto y éste puso en juego los nombres de José Antonio Meade Kuribreña, Aurelio Nuño Mayer, Miguel Ángel Osorio Chong y José Ramón Narro Robles.
Bueno, y después de tanto rollo, ¿qué con “El Tapado” y “El Sobre Lacrado”? ¡Ah!, pues resulta que para suceder a Don Adolfo Ruiz Cortines, en el medio político se manejaban los nombres de Adolfo López Mateos y de Gilberto Flores Muñoz. El dibujante y caricaturista Abel Quezada en sus cartones creó el personaje de “El Tapado” y añadía que fumaba cigarrillos marca Delicados, los preferidos del entonces secretario del Trabajo; Flores Muñoz, no fumaba. En relación a “El Sobre Lacrado”, se le atribuyó al presidente nacional del PRI, el general Agustín Olachea Avilés, quien dijo que el nombre del “bueno” se guardaba en un sobre.
PREGUNTA PARA MEDITAR:
¿Usted, estimado lector, cree que el Presidente Peña Nieto resistirá, como primer PRIista, a la tentación de aplicar el clásico dedazo?
TRIPULÓ UN AVIÓN DE MADERA
Es sorprendente mi ignorancia y lo confieso. Gracias a unos datos biográficos recopilados por José Juan Reséndiz Carrillo, me enteré que el piloto aviador Emilio Carranza Rodríguez, un héroe nacional, hizo su primer vuelo en un avión de madera entre Ciudad Juárez y la Ciudad de México, el 2 de septiembre de 1927, durando el trayecto 10 horas y 48 minutos. El joven de 22 años se graduó como teniente piloto aviador en la Escuela Militar de Aviación. El 25 de mayo de 1928 realizó vuelo sin escalas entre San Diego, California, y la Capital de nuestra República, en 20 horas y 46 minutos. Este audaz joven, nacido en Ramos Arizpe, Coahuila, el 9 de diciembre de 1905, en junio de 1928 voló de la Ciudad de México a Washington y la tarde del siguiente 12 julio despegó de Nueva York con destino a la Capital Mexicana, pero en medio de una tormenta se estrelló en Mount Holly, Nueva Jersey. Murió instantáneamente. Dejando a su joven viuda y a un hijo que murió a los 6 años, por un ataques de apendicitis. Emilio es nuestro personaje en la Sección de Mexicanos distinguidos.
LO QUE OÍMOS EN LA CALLE
¡CUIDADO CON LAS GRÚAS DE MANCERA!
Nadie sabe quién o quiénes son los concesionarios del millonario negocio de las grúas que operan en la Ciudad de México. Hay quienes aseguran que Marcelo Ebrard Casaubón y familia, son los beneficiarios. Operan las 24 horas del día, los 365 días del año. Miguel Ángel Mancera Espinoza, precandidato presidencial para el 2018, debe de informar sobre este pingue negocio. Ya es común ver, en los comercios de calles y avenidas, grandes letreros con la leyenda “¡CUIDADO CON LA GRÚA!”. Tanto el civil como el uniformado que tripulan la grúa, actúan violentamente, no escuchan razones y ¡cuidado si es una mujer policía! La ciudadanía va a estallar en cualquier momento contra los gruyeros.
SESQUICENTENARIO DEL ATENEO FUENTE
En Saltillo, capital coahuilense llamada la Atenea de México, sigue de fiesta por el 150 aniversario de una institución de alto prestigio académico, como lo es el Ateneo Fuente, hoy incorporado a la Universidad Autónoma de Coahuila. Las puertas se abrieron el 1 de noviembre de 1867 y el primer Rector fue don Antonio Valdés Carrillo. El nombre le fue impuesto precisamente por el calificativo dado a Saltillo y en homenaje al jurista Juan Antonio de la Fuente. De ese Ateneo han egresado personajes como Venustiano Carranza, Roque González Garza (Presidente de México, interino en 1914, a los 29 años de edad), la pintora jalisciense María Izquierdo, los hermanos Miguel y Vito Alessio Robles, Artemio del Valle Arizpe, el regiomontano Aarón Sáenz y el periodista Armando Fuentes Aguirre, “Catón”, el de los cuatro lectores, entre otros.
EMOTIVA CEREMONIA AERONÁUTICA
Una verdadera fiesta de la familia de la Aviación Civil Mexicana tuvo lugar el pasado 30 de octubre, en el Alcázar del Castillo de Chapultepec. El controlador de tránsito aéreo Miguel Peláez Lira, Director General de Aeronáutica Civil, de la SCyT, presidió la ceremonia en que fue entregada la Medalla Emilio Carranza, a quienes han entregado su vida como pilotos aviadores y como técnicos. Un evento en que recibieron la distinción quienes durante 40, 50 y 60 años de trabajo, tanto en el aire como en la tierra, han estado al servicio de la humanidad y poniendo muy en alto el nombre de México. Entre los homenajeados estuvieron los técnicos aeronáuticos Arturo Herrera Valenzuela y Arturo Pintor, así como el controlador de tránsito aéreo Gustavo Alcalá. Acompañaron a los festejados el Comandante de la Fuerza Aérea Mexicana, general Antonio Rodríguez Munguía el vicealmirante de Aviación Naval Juan José Padilla Olmos y de la Organización de Aviación Civil Internacional, OACI, Melvin Cintrón.
SE FUE “ARMILLITA CHICO”
Los aficionados a la fiesta brava están de luto. El martes pasado a consecuencia de un infarto, murió Miguel Espinoza Menéndez, “Armillita Chico”. Dormía en su casa de la capital de Aguascalientes. Era otro de los grandes de la tauromaquia al lado de Manolo Martínez, Eloy Cavazos, Curro Rivera, Jorge Gutiérrez, Mariano Ramos, Antonio Lomelín y Manolo Arruza. “Armillita Chico” fue despedido por sus compañeros, amigos y aficionados, quienes acompañaron a los familiares, en los eventos realizados en el Palacio de Gobierno de la capital hidrocálida, en la Catedral se ofició una misa y hubo una despedida, con vuelta al ruedo de la Monumental. Entre los toreros españoles, destacó la presencia de Enrique Ponce.
P.D. Un suceso insólito se registró el miércoles pasado en la Estación Allende, de la Línea 2 del Metro, en la Ciudad de México. Cuatro hombres y dos mujeres de condición humilde entraron a uno de los vagones cargando una caja de muerto, un ataúd, un féretro, vacío. Se dirigieron hacia la Estación Taxqueña, al Sur de la Capital. Dijeron al policía Nicolás Hernández, de la Policía Bancaria Industrial, que no tenían para pagar el costo de la carroza y solicitaban permiso para subir al convoy. Un acto de verdadero humanismo; ojalá no sancionen al uniformado.
jherrerav@live.com.mx