Pablo Cabañas Díaz.
En 1921, por decreto presidencial de Álvaro Obregón y bajo la dirección del entonces rector de la Universidad Nacional, José Vasconcelos, se crea la Secretaría de Educación Pública. En octubre de 1920, Vasconcelos presentó ante la Cámara de Diputados la iniciativa de establecer “una dependencia federal cuyas funciones civilizadoras, alcanzaran no sólo a una porción privilegiada del territorio, no sólo al Distrito Federal hoy Ciudad de México, sino a toda la República, necesitada, de un extremo a otro, de la acción del poder público y de la luz de las ideas modernas”. El propósito fundamental de la propuesta de Vasconcelos era la de “salvar a los niños, educar a los jóvenes, difundir una cultura generosa y enaltecedora, ya no de una casta, sino de todos los hombres”.
Vasconcelos planteó la creación de una institución que atendiera la educación, las bibliotecas públicas y la cultura. El 25 de julio de 1921, el entonces presidente Obregón anuncia el decreto que dispone la creación de la Secretaría, que fue aprobado por unanimidad por la Cámara de Diputados y se publicaría en el Diario Oficial de la Federación el 3 de octubre de ese año. Vasconcelos se convertía en el primer secretario de Educación Pública.
De esta forma se definió el primer programa cultural del Estado postrevolucionario, que marcaría las pautas legales, administrativas, institucionales e ideológicas de los sucesivos gobiernos. El plan educativo se inspiró en propuestas de revolucionarios soviéticos, tales como Anatoli Lunachersky y Máximo Gorki pero también retomó la iniciativa estadounidense de las campañas de alfabetización y de la creación de bibliotecas públicas. El elemento que cobró mayor vigor en su plan de acción se basó en el proceso de evangelización del siglo XVI, que se transformó en mística revolucionaria. Vasconcelos en su discurso de toma de posesión como Rector de la Universidad, anunciaba su proyecto de educación popular y de modernización del país mediante el arte y la cultura: “Seamos los iniciadores de una cruzada de educación pública, los inspiradores de un entusiasmo cultural semejante al fervor que ayer ponía nuestra raza en las empresas de la religión y la conquista”.
Vasconcelos, fue nombrado por Álvaro Obregón secretario de Educación Pública en 1920, desde su toma de posesión sostuvo que el concepto clave de la revolución era la enseñanza, mediante un plan educativo nacionalista, que podía limar los conflictos entre los mexicanos produciendo la homogenización de todos los habitantes. La visión de Vasconcelos iba más allá de la construcción de centros educativos; su ideal era que, mediante la instrucción, la literatura y las bellas artes, los mexicanos enaltecieran su esencia, como lo afirma el lema de la UNAM, del cual es autor: “Por mi raza hablará el espíritu” En su labor para crear la SEP, uno de los primeros retos que enfrentó fue convencer a los poderes políticos locales de que la acción de una dependencia federal no menoscabaría sus facultades,. Una vez persuadido el Congreso, los estados y los municipios sobre la necesidad de crear la secretaría y que ésta se fundara, Vasconcelos se enfrentó a un problema más acuciante y que aún sigue presente después de 100 años : la falta de recursos económicos.
