viernes, diciembre 20, 2024

CONCATENACIONES: Estabilidad económica, caos político, inseguridad galopante

Fernando Irala

Si atendemos las cifras citadas por el Presidente en su quinto Informe de Gobierno, la economía del país va de lo mejor y como nunca antes.

El crecimiento y diversificación productivos, la expansión del empleo y la recuperación salarial, la disminución de los niveles de pobreza, el florecimiento de las exportaciones y del turismo que llega a nuestro país, son todas evidencias del desempeño nacional en el último lustro.

Aunque en muchos de esos aspectos los logros son insuficientes y la inflación un riesgo latente pese al optimismo del Banco de México, el balance es sin duda positivo, tanto que hasta hoy la moneda mexicana ha podido remontar con relativo éxito los embates de Trump y las barbaridades con las que nos amenaza.

Pero el panorama cambia cuando vemos el caos que tiene lugar en el escenario político. Unos pocos elementos sirven para pintarlo en el momento actual. Un Congreso de cabeza, con un líder del Senado electo contra la opinión mayoritaria de su partido, y una Cámara de Diputados que ni siquiera atina a nombrar su presidente.

El desorden legislativo es reflejo de la crisis de los partidos políticos: un PAN sacudido por la difusión del enriquecimiento de su dirigente y dividido entre fuerzas que pretender imponer al futuro candidato presidencial; un PRD desdibujado por el éxodo hacia Morena; un Morena al que no le está saliendo bien su designación adelantada de candidata al gobierno de la ciudad que intenta conquistar, y un PRI que hasta hoy se mantiene unido bajo el paraguas presidencial pero cuya popularidad va a la baja al igual que su abrigo.

Al lado de ambos frentes, el hartazgo popular por la descarada corrupción, aunado al descontrol cada vez más evidente de la criminalidad, adueñada de caminos y territorios, cada vez con más presencia en la ciudad de México, cuyo gobierno ya no puede vender el espejismo de que aquí no hay mafias ni carteles.

Todo lo anterior forma un coctel explosivo rumbo a la sucesión presidencial, en la que ya estamos inmersos y que arrancará formalmente en pocas semanas. No será tersa, y su desenlace es impredecible.

 

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