Jorge Meléndez Preciado
Enrique Peña Nieto maneja al PRI a su antojo y, además, tiene apoyos en la mayoría de los organismos que supuestamente cuidan la democracia mexicana. En este último caso, la más reciente muestra es la constancia de mayoría a su primo, Alfredo del Mazo, en el estado de México, donde el instituto electoral local se precipitó al máximo para que el ex banquero esté listo para ejercer el poder empresarial- político.
En la XXII Asamblea del tricolor se aprobó quitar los candados para que pudieran ser elegidos candidatos en noviembre tres que no cumplían con los requisitos: José Antonio Meade, apartidista; Aurelio Nuño, que no tiene el requisito de 10 años de pertenencia en las filas priistas, y José Narro, quien fue presidente de la fundación Colosio pero nunca fue electo popularmente. La lucha final, según los conocedores, estará entre el cercano al PAN (Meade) y el protegido de Luis Videgaray, Nuño, el mal reformador educativo.
Peña, entonces, debe estar feliz porque no obstante los problemas económicos de la nación, de seguridad y de construcción de carreteras (el socavón como ejemplo máximo), no ha perdido el mando en las esferas más importantes.
Pero, como sucede en las comedias de equívocos, de Estados Unidos llegó un informe del Departamento del Tesoro donde señalan como un narcotraficante de largo tiempo a Raúl Flores Hernández, y entre sus lavadores de dinero ponen a Rafael Márquez, el capitán de la selección mexicana, y al cantante Julión Álvarez. A los dos, en diferentes ocasiones, Peña Nieto los había ponderado como ejemplos para la juventud mexicana. Con Álvarez, incluso se tomó una foto reciente en el cañón de El Sumidero, junto al gobernador chiapaneco, Manuel Velasco Coello.
Independientemente que Márquez y Julión sean o no culpables, algo que está por verse ya que la agencia estadounidense comete errores frecuentes y nunca otorga ni siquiera una disculpa a los que involucra torpemente, otra bomba le estalló a Peña debido a la negligencia de la PGR y a la subordinación de México a Estados Unidos, quien ni siquiera informó antes de este desaguisado a nuestras autoridades.
@jamelendez44