Cosalá, Sinaloa — Cada diciembre, el Pueblo Mágico de Cosalá se transforma en un escenario luminoso y lleno de simbolismo. Miles de veladoras encienden sus calles para anunciar el inicio de la Fiesta de las Velas, una celebración con más de 300 años de historia que honra a la Virgen de Guadalupe y que es reconocida como Patrimonio Cultural Intangible de Sinaloa.
Tradición centenaria que envuelve al pueblo en un sendero de luz espiritual
La festividad comienza puntualmente a las 6 de la tarde en el Centro Histórico, donde las luces se apagan para dar paso al resplandor de las velas. Este gesto crea un ambiente cargado de magia y recogimiento que reúne a familias, devotos y visitantes. De acuerdo con la tradición local, las velas se colocan “para iluminar el camino de la Virgen y acompañarla en el Via Lucis hasta la Capilla de Nuestra Señora de Guadalupe”, punto final de la procesión.
Procesión que integra cantos rezos danzas y un profundo arraigo cultural
A lo largo del recorrido, los asistentes forman parte de una experiencia inmersiva: rezos, cantos y melodías se entrelazan con la presencia de danzantes que preservan la identidad cultural del pueblo. La tenue iluminación guía a los participantes, quienes encuentran en este trayecto una vivencia mística que transmite esperanza, gratitud y comunidad. La mezcla de sonido, luz y tradición convierte la noche en un ritual colectivo que permanece vivo generación tras generación.

Gastronomía tradicional que acompaña la celebración con sabores auténticos
La cocina local también ocupa un lugar central durante la fiesta. Entre puestos y familias anfitrionas, se ofrecen tamales, empanadas y dulces de leche que complementan la experiencia sensorial de la noche. Estos antojitos, elaborados con recetas heredadas, deleitan a visitantes y locales, reafirmando la riqueza culinaria que distingue a Cosalá dentro del mapa gastronómico de Sinaloa.
Espectáculo nocturno que mezcla velas procesión y fuegos artificiales
Al finalizar la jornada, el cielo se ilumina con fuegos artificiales que se fusionan con el resplandor de las veladoras, creando una postal inolvidable. Cosalá se convierte entonces en un corredor de luz y devoción que celebra la fe, fortalece el sentido comunitario y exalta el encanto de uno de los Pueblos Mágicos más emblemáticos del estado.
Destinos naturales históricos y gastronómicos que complementan la experiencia
Para quienes desean extender su visita, Cosalá ofrece atractivos que combinan naturaleza, historia y descanso. Entre ellos sobresalen la Reserva Ecológica Nuestra Señora, la segunda más grande de México; las Grutas México, un tesoro geológico; las Cascadas Vado Hondo y una gastronomía regional que destaca por su autenticidad.
Todo esto convierte al Pueblo Mágico en una escapada ideal para conectar con tradiciones vivas, explorar paisajes únicos y disfrutar una de las celebraciones más espectaculares del noroeste del país.

AM.MX/CV
