sábado, mayo 18, 2024

OTRAS INQUISICIONES; Isabel Miranda de Wallace

Pablo Cabañas Díaz
Isabel Miranda  de Wallace es una mujer que opina sobre casos polémicos: Nestora Salgado García, la desaparición de los 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos (Ayotzinapa). En este sexenio el  4 de marzo de 2016  acudió a varios medios nacionales para denunciar “el modus operandi” de defensoras y defensores para asesorar a presuntos secuestradores, ganar procesos judiciales y cobrar cuantiosas indemnizaciones del Fondo de Ayuda, Asistencia y Reparación Integral de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas.
La autonombrado activista había desatado una campaña de descalificación. Organizaciones internacionales como Acción de Cristianos para la Abolición de la Tortura (ACAT Francia), Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA), Organización Mundial Contra la Tortura (OMCT) y Robert F. Kennedy Human Rights (RFK Human Rights) denunciaron los ataques. Michel Frost, Relator Especial de la ONU sobre la situación de los defensores de los derechos humanos, y David Kaye,  entonces Relator Especial de la ONU sobre libertad de opinión y de expresión, llamaron a las autoridades mexicanas a “reconocer públicamente que la defensa de los derechos humanos y de las víctimas de violaciones de derechos humanos no era sólo una actividad legítima, sino fundamental para fortalecer el Estado de derecho, la rendición de cuentas ante la justicia y la democracia en el país”.
El 19 de julio de 2016, Peña Nieto inauguró el foro Equidad para las Víctimas en el Debido Proceso, organizado por Miranda de Wallace. Le dijo: “Como Presidente de la República quiero aquí dejar constancia y fiel testimonio de gratitud, en nombre de la sociedad mexicana, y de amplio reconocimiento a este esfuerzo que usted realiza”. Y añadió: “Se cuenta ya con un fondo de ayuda, de asistencia y reparación que no se tenía (…) Y un dato que usted daba hace un momento, señora Miranda de Wallace, parte de este fondo, o recursos de este fondo, más de las veces, o algunas de las veces, en lugar de ser para apoyar o para reparar el daño ocasionado a las víctimas, ha sido básicamente para la invocación de faltas al debido proceso o alguna otra razón, se han dedicado recursos prácticamente para los victimarios”.
En enero del 2017,  en una sus actuaciones más polémicas  entregó un reconocimiento al ex fiscal del estado de Nayarit, Édgar Veytia detenido en Estados Unidos por narcotráfico, pese a que negó  en su momento ante diversos medios de comunicación este hecho. Luego del arresto de Veytia, el entonces  gobernador Roberto Sandoval declaró que nunca sospechó de su colaborador debido a que llevó a cabo un gran trabajo para combatir al crimen, y puso como ejemplo la entrega del mencionado reconocimiento al funcionario por parte de Alto al Secuestro.
Ante esta declaración, declaró en  marzo del 2017 en el  programa Despierta, conducido por Carlos Loret de Mola:  “Déjame decirte que la única vez que yo tuve el gusto, o el disgusto, o la fortuna, como lo quieras ver, de estar en Nayarit en presencia fue porque el Congreso me dio un reconocimiento y ahí estuvo el fiscal, junto con la esposa del gobernador”.
Horas después comenzaron a circular por Twitter y otras redes fotografías donde se ve claramente a la activista entregándole una placa al ex fiscal, donde se lee que Veytia se hace acreedor al reconocimiento “por su compromiso con la justicia, la seguridad pública y haber logrado bajar el índice de delitos en el estado, en beneficio de la familia y de la sociedad de Nayarit”. Volvió a llamar al programa de Televisa para acotar sus dichos: “Reitero que nosotros trabajamos con instituciones, no con personas.  El reconocimiento dice “fiscal general del estado de Nayarit”, o sea, si se hubiera llamado Juanito Pérez, se lo hubiéramos dado a Juanito Pérez, porque nosotros reconocemos los estados donde bajan los índices de secuestros”.
Fue candidata del Partido Acción Nacional (PAN) a la jefatura de Gobierno de la Ciudad de México. Cuando fue candidata obtuvo apenas el 13.61 por ciento de los votos, por debajo de Beatriz Paredes del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
En diciembre de 2010, Felipe Calderón Hinojosa, acusado de violaciones a los derechos humanos durante su gobierno, entregó el Premio Nacional de Derechos Humanos de ese año a Miranda de Wallace. Los méritos fueron dijo: su lucha y combate al secuestro.
Miranda de Wallace empezó a verse cercana al poder durante la administración de Calderón. Una de sus principales detractoras es la periodista Anabel Hernández, quien en su libro “México en Llamas” la califica como una “comparsa incondicional que saboteó diversos movimientos sociales”. De acuerdo con Anabel Hernández,  Calderón la cobijó a cambio de inmiscuirse en  movimientos como el de Alejando Martí, en 2008, y el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad (MPJD) de Javier Sicilia Zardain, en 2011.
La señora Wallace se presentó en mayo de 2011 en la Paloma de la Paz, en Cuernavaca, Morelos y declaró a los medios “el gobierno podrá tener negligencias, ineptitudes, pero no es el asesino”. Wallace se volvió crítica del movimiento de Sicilia y lo acusó de estar politizado.  En 2011 para el segundo diálogo entre  el movimiento de Sicilia y Calderón, el Gobierno federal nombró a Miranda de Wallace como “defensora ciudadana del Presidente de la República”.
A partir de su cercanía con Calderón logró  la candidatura a la jefatura de gobierno del DF por el PAN en 2012, a pesar de que había voces al interior del partido que no estaban de acuerdo. En 2012 el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PAN designó a Wallace como su candidata y no a través de un proceso abierto como se había acordado. En ese momento había varias apuestas en la mesa: Alejandro Martí, María Elena Morera e Isabel Miranda. El partido argumentó que buscaba darle un rostro ciudadano a la candidatura que competiría contra Miguel Ángel Mancera Espinosa. José Luis Luege Tamargo, fue uno de los principales críticos de la designación de Miranda de Wallace ya que  consideró que el PAN “entregó la plaza”, al designar como candidata a Isabel.  La cercanía de Calderón con la “activista” y ahora con Meade muestra la línea de intereses en juego.

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