miércoles, abril 24, 2024

Vestigios piramidales de Tlalmanalco pudieron ser un palacio

En el municipio de Tlalmanalco, Estado de México; arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) descubrieron los vestigios de un basamento piramidal. El cual fue parte del centro urbano de la capital de Tlacochcalco, el altépetl o señorío principal de la liga de pueblos chalcas: la Chalcayotl, durante el periodo de ocupación mexica.

En las calles de El Naranjo y Guerrero, cruce con la avenida de La Rosa; están los restos de la edificación. Que son parte del totehuacan: el barrio central de Tlalmanalco, de acuerdo con el arqueólogo del INAH, Hervé Víctor Monterrosa Desruelles.

La zona es un continuo de plataformas y nivelaciones, reflejo de una ocupación prehispánica. Desgraciadamente se han levantado casas sobre ellas, aunque en este caso, el dueño del predio donde se localizaron los vestigios; al querer construir, recurrió al INAH con el fin de examinar un montículo detectado en su terreno. Al analizarlo, reveló la estructura.

Monterrosa explicó que los elementos del basamento son solo una tercera parte del volumen de la construcción. El resto fue arrasado por la mancha urbana. Sin embargo, se ha detectado un cuerpo arquitectónico de tres niveles, cuya base mide 12 por 18mts. aproximadamente, y cerca de 9 metros de altura; desde el desplante de los muros hasta la parte superior.

“En la liberación del edificio, por medio de calas de aproximación, ubicamos distintos elementos como las paredes, las cuales se van atendiendo conforme lo largo de cada fachada.

Una vez hecha esta intervención, la segunda fase será darle volumen y solidez a la estructura, la cual está deteriorada, sobre todo, en su parte norponiente, por medio de trabajos de consolidación y restitución”.

 

Otro de los especialistas que forma parte del proyecto, el arqueólogo y arquitecto Ricardo Arredondo Rojas: destacó que en el primer cuerpo se encontraron unas cuarterías con restos de pisos de estuco, con las que se determinó la altura de los muros.

Dicha estructura presenta dos fases de ocupación: de 1350 a 1465 (durante el momento hegemónico de Chalco). Muestra clara influencia chalca, con un sistema constructivo que utiliza argamasas a base de cal y tezontle triturado; fango del lago como aglutinante, destacando el trabajo canterano de piedra.

La segunda etapa, con ocupación del Imperio mexica en esa región —de 1465 y hasta al momento del contacto con los españoles—; corresponde a la fase de ampliación del basamento. Lo que se aprecia con la serie de cajones para rellenos constructivos edificados en esa área.

Sin embargo, la calidad de la obra decae completamente, se vuelve más tosca, lo que indica cambios en la ocupación y el sentido del espacio urbano.

Esto último nos muestra cómo le ganaron terreno a la barranca cercana, atiborrando la estructura con estas casillas que la sustentaban, las cuales llenaron de material cerámico de desecho de una época anterior.

Además, Arredondo Rojas comentó que, si fuera restituido el volumen original del basamento piramidal, se hablaría dimensiones de entre 35 y 45 metros de lado, en su primer cuerpo.

Datos arqueológicos obtenidos hasta el momento, plantean que se trata de una estructura de tipo habitacional de élite. Un área palaciega, dado el material cerámico hallado en el lugar, aunque debe analizarse.

 

Ambos arqueólogos indicaron que se necesita corroborar las secuencias de ocupación. Aun cuando se tienen restos de la edificación, el material arqueológico, (tepalcates y malacates); se encuentra revuelto con los rellenos constructivos o en las deposiciones de los derrumbes.

Hervé Monterrosa comentó que cuando al hablar de sitios del periodo Posclásico, se abordan con una visión etnocéntrica respecto a lo mexica. No obstante, este es chalca, cuya importancia radica en haber sido, como Tlacochcalco; la cabecera del altépetl (en la etapa mexica) y uno de los cinco señoríos originales de Chalco, junto con Tenango-Tepopula, Xico-Chalco-Atenco, Amecameca y Xochimilco-Chimalhuacán.

Tlalmanalco fue uno de los reinos chalcas que se fundó tardíamente, a mediados del siglo XIV. Al final de la incursión mexica en el sitio, en la etapa de Contacto, se convirtió en la entidad sociopolítica principal de la Chalcayotl, la liga de pueblos de la región.

“Fue en este asentamiento donde Hernán Cortés, de acuerdo con la tercera de sus Cartas de relación, pernoctó para negociar la alianza con los señores de Chalco, quienes lo guiarían a la entrada de México-Tenochtitlan”, finalizó Monterrosa.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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