CIUDAD DE MÉXICO.- Recientemente, se reportó el hallazgo de una serie de relieves monumentales en un sitio atacado por el Estado Islámico. Los medios internacionales describieron el descubrimiento como «uno de los más importantes de Iraq» en el siglo XXI. Junto a los restos, se encontraron otros tesoros que no habían visto la luz hace 2 mil 600 años. Los arqueólogos no se esperaban encontrar estas obras de arte después de la destrucción perpetuada por ISIS, señala un artículo de la revista national Geographic.
“Esta destrucción casi no tiene precedentes en la historia reciente y es particularmente devastadora para una región con una extensa historia que ha impactado al mundo”, declaró Marina Gabriel, coordinadora de las Escuelas Estadounidenses de Investigación Oriental. Cultural Heritage Initiatives (Asor Chi).
ISIS destruyó la puerta del Palacio Suroeste de Nínive, cerca de la actual Mosul. Los arqueólogos de la Facultad de Arqueología de la Universidad de Mosul no se esperaban encontrar estos bloques de yeso prácticamente intactos —en especial, después del ataque terrorista de 2015. La devastación no terminó ahí: palacios asirios, arcos romanos y sitios arqueológicos de ciudades enteras figuran entre los vestigios que desaparecieron.
Al noroeste de Damasco, Palmira fue uno de los centros culturales más importantes de la Antigüedad. Entre el siglo I y II a.C., desarrollaron un propio estilo arquitectónico y artístico, que surgió de la combinación entre las técnicas grecorromanas, la influencia persa y las tradiciones locales.
Durante siglos, Palmira floreció como uno de los puntos de interés para el intercambio comercial de la Ruta de la Seda. Como parte del Imperio Romano, se posicionó como una de las ciudades más ricas en Medio Oriente. Sus avenidas estaban delineadas con impresionantes columnas romanas, y sus templos sobrevivieron por milenios al calor del desierto sin sufrir daños.
Sin embargo, en agosto de 2015, ISIS destruyó Palmira y todas sus obras de arte. Aunque originalmente habían anunciado que iban a respetar las columnas y antiguos lugares sagrados, devastaron todo. Incluso, ejecutaron públicamente a Khaled al-Asaad, el arqueólogo encargado del sitio, tras destruir el templo al dios fenicio de las tormentas.
Ante la destrucción de estos sitios, los investigadores Emma Cunliffe y Luigui Curini publicaron un análisis de los sitios y obras de arte devastadas por ISIS en Antiquity. En éste, explicaron que aunque los conflictos bélicos siempre representan un riesgo para el patrimonio cultural, «el ataque deliberado [forma] parte de una estrategia más amplia hacia las comunidades locales en Siria e Irak». Tal fue el caso de Nínive.
Como una de las ciudades principales del Imperio Asirio, alcanzó su auge entre los años 900 y 600 a.C. Fue una de las capitales asirias más poderosas, construida al norte de los territorios dominados. En su momento, bajo el liderazgo del emperador Senaquerib, fue la ciudad más grande del mundo.
En 2014, ISIS sitió la actual ciudad iraquí de Mosul, construida sobre las ruinas de Nínive. Las esculturas del Museo de Mosul fueron completamente destruidas a fuerza de bombas y martillos. Especialmente los lamassu, antiguos protectores de la ciudad, caracterizados por ser mitad hombres y mitad bestias aladas. Todo el proceso fue documentado en video.
Grabado que representa a Sir Austen Henry Layard (1817-1894), viajero británico que visitó los vestigios de Nimrud y Nínive. | Crédito: Ann Ronan Picture Library / Photo12 vía AFP
Fundada hace 3 mil 200 años, Nimrud fue la primera capital asiria. Al construirla, se tenía la intención de que demostrara el poderío económico, religioso y cultural del nuevo imperio. Por ello, sus avenidas, canales y templos estaban decorados ostentosamente. Se supo por primera vez del lujo que tuvo la ciudad en 1824, cuando un equipo de arqueólogos británicos desenterró el sitio por primera vez.
Muchas de las obras de arte se enviaron al Museo Británico en el siglo XIX. Algunas más viajaron hasta Nueva York, para formar parte del Museo Metropolitano de Arte. Los originales que permanecieron en Iraq, sin embargo, fueron destruidos en 2015 por el Estado Islámico, después de milenios de preservarse intactos. Los templos y antiguas representaciones artísticas fueron dinamitados por meses, hasta que la ciudad desapareció por completo.
AM.MX/fm