sábado, diciembre 21, 2024

TRAS LA PUERTA DEL PODER: ¿En serio la oposición ya entendió que sin su alianza México no tiene futuro?

Roberto Vizcaíno

 

Todo indica que sí. Que PAN, PRI y PRD (y quizá MC) reviven la Alianza Va por México y van con candidatos comunes a todos los procesos en 2023 y 2024. Años en que aquí se jugará todo: poder y democracia. Y para darle curso al primer gran Gobierno de Coalición, integrado no por amigos y compadres sino por personajes de todos los partidos de ese conglomerado político.

Gobiernos estatales y la Presidencia de la República que surgirán por primera vez de elecciones internas en cada fuerza para luego ir con sus propuestas a una elección general entre ellos, y así sacar un candidato presidencial común.

Atrás quedó el desencuentro. Alejandro Moreno –con un mandato expendido hasta 2024-, firme a pesar de todo en su liderazgo dentro del PRI junto a Marko Cortes también con grandes tensiones dentro del PAN, y Jesús Zambrano en el PRD, van juntos a disputarle a AMLO y a Morena todo.

Los 3 esperan que, con sus métodos de selección democrática de candidatos, la designación por dedazo que hoy ejerce AMLO en Morena quedará expuesta en toda su crudeza.

Una fórmula prevista entre ellos sería ir con candidatos del partido de la Alianza va por México que haya obtenido el mayor porcentaje de votos en la elección anterior.

Por ello quizá sean registrados estos días por PAN, PRD y PRI los priístas Alejandra del Moral en el Estado de México y Manolo Jiménez Salinas en Coahuila.

En 2024, además de la presidencia de la República y la Jefatura de Gobierno en la Ciudad de México, habrá elecciones a 500 diputados federales y 128 senadores, y a gobernador en Chiapas, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Puebla, Tabasco, Veracruz y Yucatán.

En términos generales los últimos procesos electorales indicaron que Morena, PT y Verde suman 43 por ciento de los votos y PAN, PRD, PRI y MC un 46 por ciento, por lo que la alianza de estos últimos tiene grandes posibilidades de ganar.

LOS LÍOS EN MORENA Y LAS OPCIONES DE MONREAL

Si a eso le sumamos el hecho de que en el entorno de Andrés Manuel López Obrador y Morena se dan fuertes discrepancias y jaloneos, y de que las circunstancias o la suerte no está de lado de ellos, entonces vemos que las posibilidades de la alianza Va por México de PAN, PRI, PRD y quizá MC se ensancha.

Hoy mismo en Coahuila existe una abierta disputa entre el senador y empresario minero Armando Guadiana Tijerina –ganador de la candidatura de Morena a gobernador por la vía de la encuesta-, y el subsecretario de Seguridad Ricardo Mejía, quien no acepta los resultados del sondeo.

Ahí Morena, pase lo que pase, está dividida. Y además el partido dominante desde décadas es el PRI.

En el estado de México existe una fuerte e insalvable división soterrada entre Delfina Gómez, candidata oficial de Morena e Higinio Martínez, líder del Grupo Texcoco que apunta a una derrota anticipada. Pero tampoco hay que engañarse. En el estado de México el partido predominante ha sido y parece seguirá siendo el PRI.

En lo que corresponde a los aspirantes presidenciales designados por dedazo por AMLO: Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard y Adán Augusto López no hay nada escrito y la Jefa de Gobierno, al parecer la designada por su Jefe, enfrenta la mala suete y el pésimo manejo electoral. Los percances en el Metro por descuido e ineficiencia están hundiéndo sus posibilidades.

Y si a eso le sumamos el activismo y la férrea decisión de Ricardo Monreal, quien ha decidido correr al margen, pues la suerte de Morena en el 2024 pinta muy oscura. El zacatecano quizá termine por dejar Morena e irse como candidato independiente, o por una coalición de agrupaciones políticas y sociales para hacer lo que se llamaría “la chica” en el 2024.

YASMIN NO ACEPTA QUE YA SE QUEMÓ

Está super tatemada. Nadie en este mundo cree lo que ella afirma. El plagio de sus tesis en la UNAM –y hago la aclaración porque quien comete un delito tan grave lo sigue repitiendo en todos los actos de su vida-, la ha marcado ya indeleble e irremediablemente.

Yasmín Esquivel no tiene salvación alguna. Y entre más se aferre a su silla en la Corte, a su falsa y absurda argumentación, más se hundirá en esa podredumbre que hoy la cubre.

Con la lana que tiene, debería irse a un lejano cantón suizo, donde nadie la conozca y emprender una nueva vida sembrando tulipanes.

Si se queda, todo lo que decida, diga, haga, será sometido al escrutinio público bajo el principio de que es una abogada pirata, falsa, rata.

A mi no me merece la menor conmiseración. Empezando porque origen es destino y ella fue promovida a la Corte para servir a los intereses de AMLO, y ser presidenta sumisa, y por poco lo logra.

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