Roberto Vizcaíno
Gerardo Fernández Noroña, auto nombrado como senador “plebeyo” –calificado como “bellaco” (ruin, según la Academia de la Lengua) por su compañera la senadora panista Lilly Téllez-, presidente del Senado de la República, ya batió otro récord: apenas lleva un mes y una mayoría de las bancadas ya lo quieren fuera de ese cargo.
Hay quienes ya incluso comienzan a participar en quinielas para pronosticar si dura ahí el siguiente mes.
Algunos de su propia bancada de Morena, afirman que el hartazgo provocado por Noroña (como se le conoce popularmente) ya irritó hasta al presidente Andrés Manuel López Obrador y a su heredera, Claudia Sheinbaum quienes han instruido a sus encargados de agendas no darle la menor oportunidad de acercarlo a ellos.
Ha sido un golpe que le ha provocado hasta lágrimas, el que en eventos diversos ambos –López Obrador y Sheinbaum– se lo salten para no darle el saludo de mano ni la oportunidad de que haya una foto o video con ellos que pueda ser usados por él para promocionarse.
Poco seso, Noroña no ha entendido lo que implicó para quienes lo promocionaron para ocupar la Presidencia del Senado ese reto.
De entrada en su discurso de inicio del cargo, se autonombró como “senador plebeyo” en su afán de autocalificarse como un legislador modesto surgido del pueblo.
Pero el caso es que hubo quienes indicaron lo contrario… si él es plebeyo entonces significa que es parte de una monarquía donde el mandatario es el monarca o rey.
Esto llegó hasta Palacio donde su comentario provocó agruras al ofendido.
Luego en una entrevista con Adela Micha retó a los inversiones, industriales y empresarios extranjeros a aceptar la Reforma al Poder Judicial, o tomar sus cachivaches y dinero e irse de México.
Todavía de salida otro comentario le pegó directo a la línea de flotación del Poder a Claudia Sheibaum: no nos hacen falta, subrayó orondo, retador sin tomar en cuenta que lo que opine no puede desligarse de su función de Presidente del Senado.
Con efectos similares se lanzó aplaudir que los senadores y diputados del PAN, PRI y MC no hubieran asistido a la sesión de validación de la Reforma del Poder Judicial.
Esos opositores son irrelevantes, advirtió desde la presidencia del Congreso.
Medios internacionales retomaron ese comentario para advertir que en México estaba en curso un régimen autoritario antidemocrático para el cual los opositores comenzaban a ser un estorbo.
Y vino el altercado con un ciudadano que le reclamó que estuviera disfrutando de los beneficios conservadores de la sala Vip de American en el Aeropuerto de la Ciudad de México, siendo él un legislador que presumía su calidad de senador humilde, del pueblo.
Salió Noroña de ese trance denunciando al ciudadano de una agresión física que nunca ocurrió y de pretender arrebatarle su celular lo que tampoco fue cierto.
Ofendido lanzó al jurídico del Senado a presentar una denuncia penal en contra de su supuesto agresor, lo cual para no pocos de sus compañeros de bancada y de otros del resto de las fracciones no procedía porque en ese momento del altercado él no representaba al Senado.
Esta intención llevó a la senadora panista Lilly Téllez, quien no desaprovecha para criticarlo, a regalarle un paquete de kleenex limpiar sus lágrimas.
“La agresión que dice que tuvo, si es que la hubo, no fue una agresión al Senado… usted no personifica al Senado… usted, Fernández Noroña no estaba trabajando, estaba botaneando en una sala VIP del aeropuerto y estaba en un evento partidista con rumbo a Saltillo”.
LE QUITAN EL MANEJO DEL PRESUPUESTO DEL SENADO
Pero el verdadero golpe que le advierte que en cualquier momento podría ser relevado de la presidencia del Senado, vino del principal líder de la Cámara Alta, del Coordinador de los legisladores de Morena el tabasqueño Adán Augusto López quien no batalló mucho para convencer a los otros coordinadores del PAN Guadalupe Murguía; por el PRI Manuel Añorve, por el Verde Manuel Velasco y por el PT Alberto Anaya para que el presupuesto de 5 mil millones de pesos asignado al Senado sea ejercido plenamente por la Junta de Coordinación Política y no por Fernández Noroña.
Para ello modificaron el artículo Cuarto del Reglamento Interno que ahora dice: que “las propuestas en las materias señaladas que formule la Mesa Directiva o la Comisión de Administración” se remitirán específicamente y antes que nadie al presidente de la Junta de Coordinación Política, es decir, a Adán Augusto López.
Eso desaparece a la Comisión de Administración a fin de poder ejercer el gasto sin controles. Y lo hace Adán Augusto López con modificaciones a la Ley Orgánica del Congreso General.
En las consideraciones se argumenta que “las atribuciones de la Mesa Directiva no implican la adopción de decisiones de carácter presupuestal” y que la Comisión de Administración, actual “responsable de elaborar el presupuesto para cubrir las dietas de las y los senadores, los sueldos de los empleados, el apoyo a los grupos parlamentarios y otros gastos de la Cámara” no tiene representatividad del pleno como la tiene la Jucopo, por lo que es este último el que debe tomar las decisiones en la materia “para proporcionar mayor certeza, seguridad jurídica y, especialmente, transparencia en la rendición de cuentas”.
O sea que dejaron fuera a Fernández Noroña, quien ahora verá que el cargo, sin tener bolsa que aplicar, no es más que una entelequia irrelevante.
Se tiene claro entre los senadores, tanto de Morena como de oposición, que la estrategia en principio fue para arrebatar el manejo del presupuesto de la Cámara Alta al actual presidente de la Mesa Directiva, Gerardo Fernández Noroña, un objetivo en el que coincidían prácticamente todos los coordinadores de las fracciones parlamentarias, entre otras cosas por actitudes como las de valerse de los recursos del Senado para denunciar al abogado Carlos Velázquez de León. Sin embargo, la preocupación ronda ahora a los opositores, pues hay quienes aseguran que hay borradores de proyectos para desaparecer la Comisión de Administración.
Recórcholis Batman…