viernes, abril 19, 2024

“Tony Montana”, así fue su captura

José SÁNCHEZ LÓPEZ
CIUDAD DE MÉXICO.- El objetivo estaba completamente ubicado, Había llegado el momento de actuar pero con la reservas el caso, el más pequeño descuido daría al traste con el operativo y los trabajos de casi un año de seguimientos y reportes irían a la basura.

Así que lo primero que había qué hacer era guardar absoluta confidencialidad. Nada de operaciones conjuntas. No habría filtraciones.

De acuerdo con La Opinión de México, de las acciones a seguir no se enterarían la Fiscalía General de la República ni las autoridades del gobierno de Jalisco; se trataba de una presa importante; nada más ni nada menos que del segundo hombre en importancia en la jerarquía del Cártel Jalisco Nueva Generación: Antonio Oseguera Cervantes, alias Tony Montana, hermano de Nemesio, El Mencho, jefe máximo de la organización.

Desde temprana hora del lunes 19, se congregaron elementos militares de élite en el Campo Militar de Operaciones Especiales en el estado, a los que se sumaron miembros de la Unidad Especial de la Guardia Nacional y personal del Centro Nacional de Inteligencia para trazar la estrategia final a seguir.

Al filo de las dos de la mañana, ya del martes 20, un mínimo de 200 hombres llegaron al municipio de Tlajomulco de Zúñiga, situado al sur de la capital tapatía: Guadalajara y de ahí al fraccionamiento El Cielo Country Club, un exclusivo punto de nivel residencial de alto nivel social, cuyo principal atractivo es la seguridad.

Por espacio de tres horas esperaron pacientemente a que no se registrara movimiento alguno.

El siguiente paso fue cercar todo el complejo y después, como un solo hombre, avanzar en el más absoluto silencio hacia la casa de Antonio Oseguera que ya tenían perfectamente ubicada.

Como no se trataba de un cuartel de operaciones propias del narcotráfico, sino de una lujosa casa que albergaba al empresario Joel Mora Garibay, no había “anillos” de seguridad, ni guardaespaldas.

El segundo hombre más poderoso del CJNG se sentía seguro en ese sitio, donde ya llevaba más de año y medio sin que nadie lo molestara. No se imaginó que las fuerzas federales ya le seguían los pasos.

Sin sospechar nada, “Tony Montana”, de 64 años, dormía plácidamente, enfundado en su pijama, cuando de pronto, a las 05.20 de la madrugada, se rompió la calma al irrumpir violentamente una veintena de soldados élite, de operaciones especiales.

No hubo tiempo de nada, ni siquiera de oponer resistencia, si acaso de ponerse ropa de vestir por encima de la pijama. Había sido un operativo quirúrgico en el que, irónicamente, Tony había sido detenido, nuevamente en el mismo lugar donde 7 años antes fue capturado: en su querido Tlajomulco de Zúñiga, en el 2015.
AM.MX/fm

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