jueves, abril 18, 2024

TEMAS CENTRALES El decálogo del mesías tropical.

Miguel Tirado Rasso

mitirasso@yahoo.com.mx

Finalmente iniciaron, ahora sí, conforme a lo que autoriza la ley, los tiempos de precampaña para que los aspirantes postulados por las tres alianzas, armadas por los 9 partidos con registro, puedan recorrer el país para darse a conocer, aunque sólo entre sus simpatizantes y militantes. Algo complicado.

Y es que la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales define como pre candidato, al “ciudadano que pretende ser postulado por un partido político como candidato a cargo de elección popular…en el proceso de selección interna…” y agrega que “La propaganda de precampaña deberá señalar de manera expresa…, la calidad de precandidato de quien es promovido…” (art. 227). Pero resulta que, en el caso que nos ocupa, los partidos políticos ya definieron, quienes son sus candidatos.

Esto es, que de acuerdo con la ley, José Antonio Meade, Andrés Manuel López Obrador y Ricardo Anaya, todavía son pre candidatos, aunque en la realidad sean candidatos, porque no existen otros aspirantes en el seno de sus coaliciones que les compitan el cargo ni éstas registraron otras precandidaturas ante la autoridad electoral. Pero como los candidatos únicos sólo pueden realizar proselitismo entre simpatizantes y militantes de los partidos que los postularon y no más allá, la recomendación para quienes no lo son, es ni verlos ni oírlos, como dice el clásico.

Será bueno que en un futuro no muy lejano se hagan las reformas necesarias para que la ley regule los usos y costumbres de nuestra muy particular vida política-electoral y deje de ser una legislación con buenos propósitos, pero que ignora la realidad y obliga a interpretaciones apretadas que dan lugar a ficciones como las que estamos viviendo.

Y ya entrados en los actos de campaña o precampaña, escuchamos al tres veces candidato presidencial, Andrés Manuel López Obrador, en el acto de su registro ante el INE, la propuesta de acciones inmediatas que aplicará en caso de salir exitoso en la carrera presidencial. Un decálogo de medidas que resulta buena música para los oídos de cualquier ciudadano con hartazgo o hasta sin él. La oferta es sumamente atractiva, difícil de rechazar. Todo un reto para quien pretenda mejorarla, pero también para quien intente ponerla en práctica.

Cómo criticar el pago de un sueldo de 3,600 pesos mensuales a 2 millones 300 mil jóvenes que ni trabajan ni estudian o las becas de  dos mil 400 pesos para 300 mil estudiantes pobres, al grito de becarios sí, sicarios no y el aumento, en un ciento por ciento, de las pensiones para los adultos mayores. Sin duda, todos ellos le darán su voto.

El candidato tabasqueño dijo que construirá dos refinerías. No una, dos (el cálculo del costo de una refinería es de 10 mil millones de dólares, aproximadamente); modernizará las seis refinerías existentes; construirá dos pistas en el aeropuerto de Santa Lucía y cancelará la construcción del nuevo aeropuerto de esta ciudad, además de rehabilitar las hidroeléctricas de CFE. Lo anterior, sin aumentar impuestos ni contraer deuda pública. Toda una hazaña.

Piensa descentralizar el gobierno federal, trasladando 32 secretarías y organismos a los 31 estados de la República. Y la joya, para acabar con la inseguridad que a todos preocupa: ofrece amnistía a delincuentes, “como ha sucedido en otros tiempos en nuestro país y en el mundo,” según dice él.

Y ¿de dónde saldrán los cientos de miles de millones que supone todo este reparto de dinero? Muy sencillo, de ahorros derivados del combate a la corrupción, de la supresión de gastos suntuarios y de la reducción al 50 por ciento de los salarios de los funcionarios.

No cabe duda que son tiempos de campaña y que algunos candidatos, con tal de ganar votos son capaces de ofrecer frivolidades, con increíble irresponsabilidad. A fin de cuentas, se trata de prometer, aunque engañen, ya después verán cómo justifican su incumplimiento.

Pero suficiente por este año, ahora importa mandarles a nuestros queridos lectores un muy afectuoso saludo, con mis más sinceros parabienes, deseándoles que 2018 sea un año de mucha prosperidad.

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