Su cuerpo fue hallado en un terreno baldío en la avenida del Trabajo, casi esquina con avenida Mario Ramón Beteta, en la colonia El Mirador, la misma en donde desapareció.
El cuerpo de José Octavio no tenía lesiones ni evidencia de algún tipo de abuso sexual, pese a que familiares del agresor de Valeria habían denunciado amenazas contra él