Según Sheinbaum, terminó una etapa del Poder Judicial enmarcada por “cuestionamientos por sus sentencias, la corrupción, la defensa de privilegios y el nepotismo”.
En su mensaje, expresó que: “mientras existan mujeres y hombres dispuestos a defender la justicia con integridad, este país tendrá un horizonte de dignidad y de libertad y que la Constitución debe seguir siendo la brújula moral que nos guía, no como un libro viejo, sino como un pacto vivo que exige renovar la lealtad cada día.