Kevin se asfixió con la agujeta de uno de sus tenis, la cual se enroscó en el cuello y amarró a su cama. Habría ejercido tanta presión que murió en dos minutos.
Un grupo de escuela primaria roció gasolina a uno de sus compañeros mientras jugaban en el parque. El pequeño de 8 años de edad se encuentra con quemaduras graves en el hospital.
En palabras de la madre, le había prometido que podría ir a la feria con su abuelo. Se reunió con papá, quien rápidamente suspendió la licencia de su hijo al quitarle la batería.