Este padecimiento es hereditario, progresivo y crónico y es considerado como enfermedad rara por su incidencia de 1 de cada 20 mil personas en el mundo.
El beso es un ejercicio benéfico para la salud porque acelera la frecuencia cardiaca y la temperatura, mejora la circulación del organismo, estimula el sistema inmune y libera mediadores químicos que inducen serenidad y tranquilidad.
El trastorno se caracteriza por la dificultad para expresar las emociones, problemas en el desarrollo del lenguaje, aislamiento, irritabilidad o sensibilidad extrema a determinados estímulos; afecta a 62 de cada 10 mil nacimientos y en la mayoría de los casos el trastorno es leve.