Tras el incidente, Pérez expresó su frustración y calificó la maniobra de Magnussen como innecesaria, especialmente considerando el ancho limitado de la pista en Montecarlo.
El accidente provocó la muerte de 500 o más personas y un aproximado de 2000 heridos, así como la evacuación de más de 10 mil personas y daños en un área de hasta un kilómetro de la planta siniestrada, debido a la violenta de dispersión de restos de la misma.