miércoles, abril 24, 2024

Suman 1,793 mujeres desaparecidas en Nuevo León

MONTERREY, NUEVO LEÓN.- Las acciones de las colectivas feministas y de familiares de personas desaparecidas, permitieron que se hablará de un problema hasta entonces encubierto: la desaparición de niñas y mujeres jóvenes en Nuevo León. La alarma por las mujeres desaparecidas estalló en Nuevo León.

De acuerdo con La Opinión de México, en menos de un mes, el Grupo Especializado en Búsqueda Inmediata (GEBI) ha emitido alertas por más de 20 jóvenes: 12 han sido localizadas con vida, pero al menos otras nueve de la zona metropolitana de Monterrey siguen sin aparecer.

El hallazgo, el pasado sábado, del cuerpo de María Fernanda Contreras, de 27 años, ha desencadenado dos jornadas de protestas en la capital y ha obligado al gobernador Samuel García a anunciar la creación urgente de un grupo especial de búsqueda.

Cabe preguntarse si ¿es verdad que desaparecen tantas mujeres en Nuevo León? Y al destacarlo ¿estaremos negando que haya varones desaparecidos?

Con base en el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (RNPDNO), es posible elaborar un perfil de las personas desaparecidas, y entender, hoy en día, quiénes son las personas desaparecidas en Nuevo León, y entender también si este es un problema en Nuevo León, o bien un fenómeno más amplio que también ocurre en el resto del país.

¿Qué pasa con las desapariciones de mujeres en Nuevo León? ¿Desaparecen más mujeres también en el resto del país?

Entre 2018 y 2022, el porcentaje de varones/mujeres que fueron desaparecidos en México quedó relativamente estable: se desaparece a UNA mujer por TRES varones. No obstante, en Nuevo León aumentó la proporción de mujeres desaparecidas, hasta alcanzar una mujer desaparecida por dos varones.

Allison Campos solo tiene 12 años y está desaparecida desde el 28 de marzo. La última vez que fue vista en la colonia San Gilberto, de Santa Catarina, llevaba tenis de color blanco y sudadera gris.

A unos kilómetros de allí desaparecieron Paulina Solís y Celeste Tranquilino, ambas de 16, Debanhi Escobar, de 18, Karen Valencia, de 24, Yolanda Martínez, de 26, Diana Cárdenas, de 28, y Yolanda González, de 32.

Son ocho solo en la zona metropolitana de Monterrey en las últimas tres semanas. La policía tampoco encuentra a Sofía Sauceda, de 15 años, desaparecida el 16 de marzo en Ciudad Terán, a menos de 100 kilómetros de la capital.

Debanhi Susana Escobar, estudiante de Derecho de 18 años, desapareció el pasado sábado 9 de abril en la madrugada, en el municipio de Escobedo, al norte de la zona metropolitana, tras acudir a una fiesta en una quinta con dos amigas.

Ellas se fueron antes y mandaron a un conductor a recoger a Debanhi, pero por causas todavía desconocidas este terminó dejándola sola en el camino. Es ahí donde se localizó la última ubicación de la estudiante.

Debanhi aparece con una falda larga en una carretera oscura. La historia de la imagen es confusa: las dos amigas han declarado que fue tomada por el conductor quien se la envió y ellas se la compartieron a la familia. “Desde entonces no hemos sabido nada de ella. Mis tíos ya no le pudieron contactar por teléfono”. “Solo es una niña que ahora está en la lista de desaparecidas”

La organización Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos en Nuevo León sostuvo que la cifra real de mujeres desaparecidas es de 157 en los 27 meses recientes. Empero, los reportes de casos de larga y mediana data suman 1,793.

Fuerzas Unidas cuestionó el trabajo del mandatario Samuel García en seguridad y justicia.

Criticó la permanencia de servidores públicos que llevan más de una década en puestos claves sobre estos mismos delitos, como Aldo Fasci, secretario de seguridad pública.

Hay un aumento en el número de desapariciones en adolescentes entre el 2018 y 2022. Las más vulnerables a ser desaparecidas son las niñas y adolescentes de 10 a 19 años de edad, con especial atención en las adolescentes de 15 a 19 años de edad.

Además, en Nuevo León desde 2017 a la fecha se han abierto 168 carpetas de investigación sobre trata; seis en 2017, 18 carpetas en 2018, 38 en 2019, 12 en 2020, 91 en 2021 y, una carpeta en enero de 2022 y dos carpetas en febrero de 2022. La investigación bajo esta línea permitiría entender la desaparición de niñas y adolescentes relacionadas con este fin. Sin embargo, el estado no cuenta con una ley de trata, acusa la activista.

La desaparición por este rango de edad deja ver que hay una línea de trata, la cual no se ha legislado en Nuevo León.

En cuanto a los esfuerzos de entender por qué desaparecen las mujeres, las razones pueden ser desaparición por feminicidios, sustracción ilegal, adopciones ilegales, crimen organizado y tráfico de órganos, todo relacionado con la delincuencia.

A las razones por las cuales las mujeres, también se añade a la condición en la que se ha catalogado como voluntaria, la cual resulta estigmatizante y es cuando las madres huyen con sus hijos por violencia familiar.

El principal responsable de investigar a las desapariciones son las fiscalías, y si bien son autónomas, forman parte del aparato de Estado. Si las fiscalías, a través de sus policías ministeriales y agentes del ministerio público, no consiguen allegar pruebas y aprehender a las personas responsables de estas desapariciones, para su procesamiento, está diciendo a la ciudadanía que se permite desaparecer a personas.

En conclusión: mientras no se investigue correctamente a las redes delincuenciales y a las complicidades que permiten su funcionamiento, se seguirán desapareciendo a personas. Hasta que no haya un contrapeso a la delincuencia organizada por la vía judicial, ésta seguirá reinando, imponiendo sus prácticas, y existirá un permiso para desaparecer a las mujeres.

Expertos denuncian que resulta evidente que todas las desapariciones en México son forzadas. ¿Por qué?

Porque el llamado crimen organizado sólo puede funcionar con la participación de funcionarios públicos, y en palabras del politólogo Carlos Flores “la delincuencia organizada es una amplia red de corrupción gubernamental para la operación perdurable del grupo delictivo, que integra delincuentes convencionales encargados de desarrollar la actividad ilícita, políticos de alto nivel que seleccionan a los responsables de las instituciones de seguridad pública, así como integrantes de estas corporaciones, encargados de subordinar y disciplinar a los actores delictivos”.

En conclusión: mientras no se investigue correctamente a las redes delincuenciales y a las complicidades que permiten su funcionamiento, se seguirán desapareciendo a personas. Hasta que no haya un contrapeso a la delincuencia organizada por la vía judicial, ésta seguirá reinando, imponiendo sus prácticas, y existirá un permiso para desaparecernos.

CRISIS FORENSE

En México, en las actuales condiciones, las autoridades demorarían unos 120 años para identificar los cuerpos de desaparecidos y sin contar los nuevos cuerpos que se van sumando cada día.

El informe de desaparecidos de CED – ONU expone una crisis del sistema forense de México.

Los números hablan por sí solos. Actualmente hay más de 52 mil personas fallecidas sin identificar que yacen en fosas comunes, servicios forenses, universidades y centros de resguardo.

La cifra no incluye cuerpos todavía no localizados y la noticia es particularmente resaltante después de las informaciones de desaparición de mujeres en el estado de Nuevo León, la última semana.

• El 71.73% de los desaparecidos estaban en los estados norteños de Baja California, Ciudad de México, Estado de México, Jalisco, Chihuahua, Tamaulipas y Nuevo León.

• El comité ve preocupante la no implementación de los instrumentos previstos en la Ley General en Materia de Desaparición Forzada de Personas.

• Resaltan que México no tiene una política pública de identificación humana en relación con la desaparición de personas.
AM.MX/fm

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