sábado, abril 20, 2024

SIN LÍNEA: Rodolfo Ríos Garza: el idealismo perdido y la memoria flaca

José SANCHEZ LOPEZ

RODOLFO FERNANDO RIOS GARZA, ya no es procurador del DF. Su anodino actuar provocó su caída.

Lo paradójico es que en su camino como servidor público, olvidó por qué abrazó la abogacía.

Una terrible injusticia lo hizo convertirse en abogado. Sus ideales de hace 26 años, serían evitar injusticias.

Los hechos que sufriría en carne propia, ocurrieron el jueves 18 de julio de 1991, en Trípoli 207, colonia Portales.

Un séxtuple homicidio, cometido con saña, estremeció a los capitalinos.

MIGUEL MONTES GARCIA, acababa de ser designado procurador. Debía demostrar capacidad, por lo que el caso tenía que resolverse a la brevedad.

En cuestión de días fue “resuelto”.

RENE GONZALEZ DE LA VEGA, entonces subprocurador y GUSTAVO RÓMULO SALAS CHAVEZ, delegado en Álvaro Obregón, fueron los encargados del caso.

Un asunto tan importante tenía que darlo a conocer el mismo procurador, que presentó en rueda de prensa, “confesos”, a HECTOR RIVADENEIRA ORTIZ, JUVENCIO GARDUZA RUEDA y a RAUL ALFONSO RIOS GARZA, como autores del multihomicidio.

El primero de los “multihomicidas”, era, al mismo tiempo, hijo y padre de tres de las víctimas; el segundo, novio de una amiga de otra de las jovencitas asesinadas y el tercero, un odontólogo, con mención honorífica al graduarse, famoso por su altruismo, también novio de una de las víctimas.

Ninguno de ellos se conocía entre sí.

JUVENCIO, acompañado de su novia, MONICA MALDONADO, se presentó voluntariamente a declarar, Fue detenido e interrogado “científicamente”.

Golpes, en la cabeza, en las orejas, tehuacán con chile piquín en la nariz, toques eléctricos en los testículos, inmersiones en el WC, amenazas de violar a MONICA, a la que llevaron a un cuarto contiguo y la hacían gritar.

JUVENCIO, fue sacado por los sótanos. Lo llevaron a una máquina de fotos instantáneas. Le tomaron varias, regresaron y se las dieron a un “experto” dibujante en retratos hablados.

Este “hizo” el retrato hablado y después de una semana de estar detenido, las autoridades dijeron que por declaraciones de testigos y tras una investigación aprehendieron a uno de los culpables (a JUVENCIO) que delató a sus cómplices.

Los tres fueron consignados, pero la burda investigación se cayó en los tribunales y un año y cinco meses después, en diciembre de 1992, fueron absueltos y dejados en libertad.

Al conocerse la injusticia, se inició la averiguación previa SC/764/92-01, por tortura, extorsión, privación ilegal de la libertad, perjurio y robo.

Se suponía que los responsables serían castigados, pero no.

GONZALEZ DE LA VEGA, quien acostumbraba resolver con un  “volado” quien sería o no consignado, fue “merecedor” de preseas y reconocimientos y SALAS CHAVEZ siguió en la procuraduría y posteriormente, fue nombrado titular de la Subprocuraduría Especial de Investigaciones en Delincuencia Organizada, por la ex procuradora ARELY GOMEZ GONZALEZ, hasta que lo cesaron en diciembre de 2016 y ahora se halla fuera del servicio público.

La afectación fue tal, que RODOLFO FERNANDO decidió hacerse abogado para evitar infamias.

No sabía entonces que al paso de los años llegaría al mismo cargo de donde habían salido las órdenes para encarcelar a su hermano RAUL ALFONSO.

Sin embargo, al llegar a la procuraduría, gracias a su amistad con MIGUEL ANGEL MANCERA ESPINOZA, del que fue secretario particular y coordinador de asesores, olvidó sus ideales. Había que cumplir las órdenes del jefe y amigo, aunque tuviera que actuar como algunos de sus antecesores.

Un caso que ejemplifica lo anterior.

ANTONIO PEREZ BAUTISTA, de 22 años, que acababa de recibirse como contador, fue atropellado por MARTHA PATRICIA SANCHEZ GALAVIZ, que manejaba en estado de ebriedad, según al acta 00128. Lo arrolló cuando caminaba sobre la banqueta, en avenida Revolución.

ANTONIO estuvo al borde de la muerte y para salvarlo tuvieron que amputarle las dos piernas.

La responsable, que resultó abogada, fue detenida unas cuantas horas, pese a que desde un inicio se dictaminó: “No apta para conducir y sí ebria”.

Desde entonces (marzo de 2015) ANTONIO intentó hablar con el inaccesible procurador RODOLFO FERNANDO, pero nunca los recibió.

Después lo cercaría otro multihomicidio ocurrido en la colonia Narvarte en 2015.

El quíntuple asesinato de Nadia Vera, Yesenia Quiroz, Alejandra Negrete, Rubén Espinosa y Mile Virginia Martín

Desde un principio, lo ligó con el crimen organizado, principalmente porque Milé, una de las víctimas, era  de origen colombiano, incluso la relacionó con drogas.

El caso nunca fue esclarecido satisfactoriamente.

Esa misma postura, la asumió en el caso de la muerte de la modelo colombiana, Stephanie Magón Ramírez, en agosto del 2016.

La necropsia indicó que había sido asesinada a golpes.

La procuraduría aseguró que sus lesiones fueron consecuencia de una caída y lo dio por cerrado bajo el rubro de suicidio, conclusión que np dejó satisfecho a nadie.

Recientemente, se dio el caso de Lesvy Berlín Rivera Osorio, cuyo cuerpo fue descubierto en el campus central de la Universidad Nacional Autónoma de México.

La procuraduría publicó en su cuenta oficial de Twitter, datos sobre la vida y actividades realizadas por la joven.

Hubo una ola de críticas y protestas en las que se acusó a RODOLFO FERNANDO de usar los mensajes para justificar la muerte.

El procurador se deslindó y responsabilizó a la Dirección de Comunicación Social, lo que le costó el puesto a la directora, MARÍA ELENA CÁRDENAS RODRÍGUEZ.

Se dio el caso de Yakiri Rubio, la joven que mató a su violador y que tuvo que permanecer encarcelada año y medio, hasta quedar absuelta.

Ello originó la recomendación 6/2016 de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, en la que emplazó a RODOLFO FERNANDO a ofrecer una disculpa pública, que nunca se dio.

La gota que derramó el vaso, fue el caso de una adolescente de 15 años que sufrió una violación e intento de homicidio. La joven, se defendió e hirió al agresor, que murió días después.

Lejos de investigar los hechos, trascendió que se trató de inculpar a la joven.

De nueva cuenta se criminalizaba a la víctima.

El rumor cobró fuerza y la procuraduría tuvo que salir a informar, pero días después de los hechos, que la joven no era investigada.

Sin embargo, ya no fue posible seguir sosteniendo a RODOLFO FERNANDO que terminó siendo defenestrado.

 

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