José SÁNCHEZ LÓPEZ
CUANDO se habla de corrupción, enseguida se piensa en el policía o empleados de bajo nivel.
Claro, porque en ministerios públicos, jueces, magistrados, ministros y, sobre todo, políticos, ese fenómeno no se da.
Cualquiera pensaría que esos pillos de primer nivel, cobijados por su puesto, con su malhabida fortuna, sus influencias o el malentendido fuero, se burlan de quienes los eligieron.
Pero no, no es así, solamente los empleados menores.
Y ahí si que se aplica todo el peso de la ley y cuando sus garantías son atropelladas, sus derechos violados, su dignidad pisoteada, su vida destruída, no pasa nada, ingenos servidores públicos que supusieron que después de años de servicio, de entrega y trabajo, podrían tener una vejez digna, segura, nada más imposible.
Uno de esos graves casos es el de mil 300 federales que ahora son discapacitados por “accidentes de trabajo”.
Esos agentes de la Policía Federal, pertenecen a un agrupamiento al que envían a los lesionados en servicio.
Todos ellos, sin excepción, sufrieron alguna lesión en operativos que los convirtió en discapacitados.
Mandíbulas destrozadas, daños en la columna vertebral, pérdida de un ojo, un pie, un brazo o que desarrollaron alguna enfermedad derivada de su desempeño laboral.
El abogado OSVALDO CARRILLO, representante legal de los policías, dijo que todos tienen familia e hijos pequeños, pero no aceptarán reacomodo alguno por dignidad y que lo único que exigen es la indemnización de ley.
Cuentan con un amparo que los protege hasta fines de año, pero después no saben qué va a pasar.
El historial médico del policía federal DANIEL QUINTANO, establece daño testicular, lesiones en el pie, rodilla y columna.
Otro caso es el de OMAR TERREROS, un cadete de 23 años al que su mando de la entonces Policía Federal Preventiva, lo envió a su primer operativo: el desalojo de la carretera Alpuyeca Jojutla.
“Los pobladores nos empezaron a golpear, nos lincharon literalmente, éramos ocho. Fue tal la golpiza que recibí que llegó un momento en que ya no sentía nada”, relató.
Los daños en la columna vertebral fueron tan severos que ya no volvió a caminar y el ISSSTE, sólo reconoció el 30 por ciento de su lesión como riesgo de trabajo.
Por si fuera poco, con sus capacidades físicas disminuidas, tienen que regresar a su trabajo y enfrentarse con una nueva realidad; el maltrato y las burlas.
Un ejemplo: NORMA MADERA, cuando regresó a su trabajo, fue recibida por un mando que le dijo que ya no servía “para maldita la cosa” y la puso a lavar los baños.
La presión la afectó emocionalmente a tal grado que ha intentado suicidarse.
Irónicamente recuerda: “La vez que me puse el uniforme, para mí fue una de las grandes metas de vida”.
DANIEL ROJANO, otro de los policías, recibió cinco balazos durante una emboscada en Michoacán, ya lleva nueve operaciones y está en espera de la décima, sin embargo, para algunos mandos, “cumple con los parámetros para ser de la GN”.
Sin embargo, para el secretario de seguridad, ALFONSO DURAZO MONTAÑO y el presidente ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR, esos elementos no tienen derechos.
¿Sabe usted por qué? porque se niegan a pertenecer a la Guardia Nacional
Recordemos que desde que el presidente LOPEZ asumió el poder y DURAZO fue nombrado policía, sin experiencia alguna para el cargo, de ahí los resultados desastrosos, calificaron de deshonesta, incapaz y corrupta a la Policía Federal, razón por la cual la desaparecieron, como lo hicieron otros políticos iluminados con la PJF, la AFI, la PFP, la de Caminos y otras, como si con el cambio de nombre bastara para remediar la situación.
Ahora bien, si tienen todos esos defectos ¿para que los quieren en la GN? ¿No hay el riesgo de que contaminen a los buenos?*** SI EL PUEBLO FUERA SABIO, LÓPEZ NO SERÍA PRESIDENTE***AU REVOIR.
joebotlle@gmail.com
SIN LÍNEA: Los policías, que también son pueblo, ¿tienen derechos humanos?
