José SÁNCHEZ LÓPEZ
CUENTAN las malas lenguas que aun estando tras las rejas ROBERTO BORGE ANGULO, sigue haciendo de las suyas.
Cuentan que dormido, se cambia el dinero de bolsillo; nada más por el placer de ser.
Quizá sea una exageración o un chiste cruel, considerando que el ex gobernador de Quintana Roo es uno más de los de funcionarios corruptos caídos en desgracia, una situación que se han ganado a pulso.
Pero, es que si se toma en cuenta el nutrido y variado modus operandi del señor BORGE, para consumar sus pillerías, no es nada descabellado descartar que aun estando preso, siga siendo víctima de esa cleptomanía incontrolable.
Y si no, veamos:
Es común, respetando las excepciones que hacen la regla, que al llegar el nuevo mandatario, siendo pillo, desde luego, recurra a añejas prácticas para llevarse unos centavitos.
Desvío de recursos, otorgamiento de concesiones sin licitar, obras fantasmas, préstamos injustificados, acomodamiento de parientes, amigos, compadres, cómplices.
Es decir, lo común entre gente que no llega a servir, sino a servirse.
Obvio que el señor BORGE las puso en práctica, pero además resultó muy, pero muy competente para crear nuevas formas y apropiarse de lo ajeno.
¿Usted había visto antes que alguien se atreviera a apoderarse de playas, selvas, cenotes, manglares, zonas territoriales y luego los vendiera como si fueran suyos?
¿A involucrar a todos en derredor: políticos, notarios, jueces autoridades laborales, funcionarios y empleados del ayuntamiento, policía, legisladores, familiares, etcétera, para consumar sus atracos?
Imagine que es usted dueño de un negocio y que de pronto llegan a embargarle, como resultado de una demanda de la que nunca fue notificado. Un empleado que nunca trabajó para usted lo demandó y asegura que ganaba más de medio millón de pesos al mes; más que el presidente de la República.
El notario llega acompañado de cientos de policías que por la fuerza lo desalojan y embargan para pagarle al demandante y de la noche a la mañana se ve usted en la calle y sin nada.
Después se entera que su empresa, su casa, su negocio u otra propiedad, que valía millones de pesos, fue vendida a los padres del señor gobernador, o al compadre o a cualquiera de sus compinches, a sólo el 6 por ciento de su valor real.
El escamoteo de prestaciones al personal, obviamente a la tropa, porque sus incondicionales siempre fueron intocables, también fue botín de la voracidad borgista.
No hubo rubro o categoría que no tocara BORGE para enriquecerse.
En el colmo de la desfachatez, el poderoso gobernante creó la “Fundación Borge”, un “lavadero” ideal para blanquear los miles de millones de pesos robados al erario y a los quintanarroenses.
“Realizando buenas acciones”, era el lema principal de la fundación que aseguraba en sus enunciados tener un alto sentido de responsabilidad para solucionar problemas sociales, bajo la premisa: “La mejor inversión es combatir la pobreza”.
Investida de una falsa filantropía, aseguraba en uno de sus preceptos que la sociedad moderna se sustenta en el bienestar de los demás y que las fundaciones funcionan mejor con donativos, de ahí su gestión ante empresarios para recibir dinero que ayudara a personas de grupos vulnerables. Pretendía obtener reconocimientos y donativos a nivel nacional e internacional.
Trabajaremos con amor, agradecimiento, honestidad, responsabilidad, alegría, disciplina, perseverancia, creatividad, empuje y valentía en educación, salud y economía, para desarrollar, proteger y apoyar actividades que beneficien a los más desprotegidos.
¡Eh! ¿qué tal?
Nada más falso, el objetivo solo era “lavar” dinero ilícito y le resultaba simple, toda vez que el gobernador, máximo mando del estado, era quien controlaba toda clase de movimientos dentro del gobierno y simultáneamente de la fundación.
Así, resultaba simple inventar el recibimiento de millonarios donativos y al mismo tiempo, dizque destinarlos a obras que no se realizaban, como deportivos, escuelas, bibliotecas y realizar eventos, simulando entregar becas, computadoras, instrumental y aparatos médicos.
Aseguraban que llevaban a cabo jornadas gratuitas de detección de cáncer, vacunas y demás programas de bienestar social, siempre en beneficio de las clases más empobrecidas.
Pero no hubo nada de eso y así como de la nada apareció la “Fundación Borge”, de repente se hizo humo y nadie volvió a saber nada de ella.
Los resultados de las indagatorias, los testimonios de cómplices y la misma investigación, han arrojado elementos para actuar legalmente y si el partido en el gobierno no quiere recibir el mismo voto de castigo que tuvo en el 2000, debe ser implacable no sólo para que los culpables reciban su castigo, sino para que devuelvan todo lo que se robaron, de otra manera es más que seguro que lo vuelvan a echar de Los Pinos. Al tiempo.***UN PUEBLO QUE ELIGE A CORRUPTOS NO ES VÍCTIMA, ES CÓMPLICE.***AU REVOIR.