CIUDAD DE MÉXICO, 19 de junio (AlmomentoMX).- Han transcurrido ya ocho años desde que nuestro país despidió a un escritor ícono de la cultura mexicana: Carlos Monsiváis. E escritor falleció a los 72 años de edad luego de varios meses de enfermedad a causa de una fibrosis pulmonar.
Recientemente se llevó a cabo un homenaje en el Museo del Estanquillo por el que hubiera sido su cumpleaños 80, donde tal y como lo anunció el director del recinto, Henoc Santiago, se enfatizó en los gustos y pasiones del autor de “Los mil y un velorios”, “Que se abra la puerta” y “A ustedes les consta”, entre muchas otras obras.
Una pluma irónica e irreverente de corazón, Carlos Monsiváis Aceves nació el 4 de mayo de 1938; puma de corazón, estudió en las facultades de Economía y Filosofía y Letras de la UNAM; fue una persona culta, ávida del conocimiento y que de una u otra forma siempre estuvo inmiscuido en la política del país.
Monsiváis siempre declaró su oposición al autoritarismo, al conservadurismo y a la discriminación. Siempre a favor de las luchas sociales participó en movimientos feministas, en el movimiento estudiantil del 68 y apoyó a aquellas figuras y acontecimientos que implicaran un avance en las ideas progresistas como fue el caso de la despenalización del aborto y la tauromaquia.
Y son precisamente éstos los temas que apasionaban a “Monsi” y que fueron la razón de su crónica, pero también su cuento, de su fábula, aforismo y ensayo. Pero principalmente la crónica pues fue la que le ganó el título de “Padre de la Crónica”, gracias a sus innovaciones y su potencial creativo.
Y a partir de este género literario, Monsiváis nos regaló diversos e invaluables retratos de la cultura popular de México de distintas épocas: desde los movimientos sociales hasta los personajes de coyuntura fueron estos del ámbito político, cultural o incluso del espectáculo.
Amante de los gatos, el escritor mexicano maestro de la ironía, del sarcásmo, dueño de un humor ácido e irreverente que lo distinguía del resto del universo de literatos mexicanos, ha dejado huella de su genialidad en sus escritos, sus fotos y sus colecciones.
Ganador de galardones como el Premio Nacional de Periodismo, el Mazatlán, Xavier Villaurrutia, el Lya Kostakowsky, el Anagrama de Ensayo y el Premio de Literatura Latinoamericana y del Caribe “Juan Rulfo”.
Deja un importante legado de obras para los mexicanos y la humanidad entre las que destacan: “Días de guardar” (1971), “Amor Perdido” (1977), “Nuevo catecismo para indios remisos” (1982), “Los rituales del caos” (1995), “Salvador Novo. Lo marginal en el centro” (2000), entre otros.
AM.MX/fm