viernes, abril 19, 2024

Rusia siempre se comparará con EEUU

Luis Alberto García / Moscú, Rusia

*Consideraciones de Bernard Lecomte.
*Es autor del clásico “Los secretos del Kremlin”.
*La dinámica de esa relación es cíclica.
*El momento más positivo fue tras el colapso de la URSS.
*Los medios rusos tienen un discurso antioccidental.
*Con China hay escepticismo y miedo.

Para Bernard Lecomte, autor del clásico “Los secretos del Kremlin” (Editorial El Ateneo, Buenos Aires, 2016), las iniciativas de la política exterior rusa en los últimos años no responden a querer mostrar sus músculos, sino que son una consecuencia inevitable de su estatus como superpotencia.
Esta situación –estima el escritor- implica requisitos que si no se cumplen provoca que ser expulsado de esta “liga mayor” de la política internacional. El régimen de Vladímir Putin ahora está en una posición diferente a nivel mundial.
-¿Cómo caracteriza la relación entre la política exterior de Moscú, la opinión pública y la cobertura mediática? ¿Los medios estatales influyen sobre la opinión pública para que apoye al Kremlin o es la opinión pública la que hace que el Kremlin se adapte?
-En la década de 1990 apenas había medios comunistas y la televisión era básicamente liberal, estaba a favor de una economía de mercado. Sin embargo, el Partido Comunista y el nacionalista LDPR conseguían gran apoyo parlamentario. Esto es un ejemplo de las dificultades de los medios para dirigir al público.
-¿Quién tiene la confianza presidencial?
-Actualmente la situación es diferente. Las voces liberales no se oyen y carecen de poder político. Los medios liberales son marginales, mientras que en los últimos años la mayoría de los medios apoyan al Estado, tienen un discurso patriótico y antioccidental. Esto resulta muy popular.
-¿Tratan de imponer una agenda política o es que hablan la misma lengua que la gente de a pie?
-Estoy inclinado a pensar que la segunda opción es la correcta. En los últimos años ha crecido la popularidad de la televisión. Mucha gente la ve porque responde a sus demandas. Creo que son los medios los que han cambiado, y no el estado de ánimo de la gente.
-En relación a las relaciones ruso-estadounidenses, ¿cómo ha cambiado la actitud de la población respecto a los EE UU? ¿Cuáles son los principales factores que influyen en los rusos?
-Para Rusia los EE UU siempre serán uno de los países más importantes y con el que nos compararemos, aunque nos resulte molesto. Por esta razón la dinámica de nuestra relación es cíclica.
-El momento más positivo fue tras el colapso de la URSS. Después, en 1998, hubo un desencanto, tras la debacle económica y los bombardeos de Yugoslavia. En 2001, tras los ataques del 11de septiembre hubo un momento de simpatía, cuando los EE UU se convirtieron en una víctima y mostraron cierta debilidad.
-Dos años después, tras la invasión de Irak, llegó un periodo de enfriamiento de las relaciones. Ahora vivimos otro alejamiento y está en mínimos históricos. Al mismo tiempo, la actitud hacia China, que siempre ha estado caracterizada por el escepticismo y el miedo a una colonización, ha mejorado considerablemente.
-Cada nuevo presidente de los EE UU trata de restablecer las relaciones, olvidándose de lo ocurrido hasta ese momento y apostando por un nuevo inicio. Para Rusia es más complicado hacer esto: nuestra historia es cinco veces más larga y tendemos a mirar hacia el pasado y no tanto hacia el futuro.
-¿Cuáles han sido los mayores logros de Putin?
-Estabilización de la economía, vuelta de Rusia a la arena internacional, pero no obstante la situación en Ucrania, vuelve a ser el contrapeso a los EE UU.

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