CIUDAD DE MÉXICO.- Para que lleguen nuevas industrias a México y crezcan las que ya se encuentran aquí, nuestro país debe resolver problemas derivados de los aranceles, mejorar la infraestructura en general, garantizar la seguridad, contar con personal calificado y aumentar su productividad. Sin embargo, el tema apremiante para captar inversión en el sector industrial es el de la energía, dice Jesús Carrillo, director de Economía Sostenible del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).
Para la industria manufacturera mexicana, se debe incrementar el contenido nacional en las manufacturas globales. “El sector exportador es uno de los principales motores de crecimiento; elevar el contenido nacional ahí es crucial”, dice Carrillo. “Para eso, se debe incrementar la disponibilidad de energía, tanto por el tema de producción, como por un aumento en la urbanización de algunas regiones del país, y eso requiere también de mucha energía”.
Según cifras oficiales de la CFE, en las últimas dos décadas, México alcanzó una cobertura de electricidad de virtualmente el 100%. No obstante, hay todavía problemas que resolver. Por ejemplo, el 7 de mayo de 2024 el Centro Nacional de Control de Energía (Cenace) declaró un Estado Operativo de Emergencia en el Sistema Interconectado Nacional: por 48 minutos la demanda por electricidad estuvo peligrosamente cerca de la oferta, obligando a hacer cortes programados para equilibrar oferta y demanda. Según el Cenace, esto se debió a una combinación de factores, como la salida de operación de una planta fotovoltaica por efecto de la nubosidad, así como mayor demanda de electricidad por el clima cálido en el norte del país.
La situación va más allá de hechos aislados en temporadas de calor. Según una encuesta realizada por BBVA y la Asociación Mexicana de Parques Industriales (AMPIP), la falta de un suministro adecuado de electricidad es el principal factor que limita la llegada de nuevos inquilinos, más que la inseguridad (que se ubicó en segundo lugar) o la falta de agua (cuarto lugar).
De acuerdo con la misma encuesta, el tercer lugar lo ocupa la falta de gas natural. México tiene un incipiente sistema de transporte de gas, con apenas poco más de 10 mil kilómetros de gasoductos. En comparación, Estados Unidos, está órdenes de magnitud más avanzado en su cobertura, con una red de alrededor de cinco millones de kilómetros, un contraste en densidad plenamente identificable a simple vista.
La escasez de gas natural está directamente relacionada con la insuficiencia de la red eléctrica: esa molécula ha sido considerada como el combustible de transición por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, para producir electricidad de manera menos contaminante que el combustóleo y sin las intermitencias de las energías renovables.
Además, el gas natural es un insumo clave en los procesos industriales, donde se usa como fuente de calor para la fabricación de productos como acero, vidrio y plásticos. El uso industrial del gas natural representa alrededor del 15% de la demanda total en el país, de acuerdo con el Balance Nacional de Energía.
Conforme el país atraiga nuevas inversiones industriales, este porcentaje irá en aumento, más aún cuando estas nuevas plantas tienen requerimientos energéticos más complejos y exigentes. De acuerdo con el operador de parques industriales Vesta, 60% de la energía demandada en el estado de Querétaro se destina a usos industriales, debido a la acelerada presencia de centros de procesamientos de datos, un caso extremo pero ilustrativo de los retos energéticos del país.
El gas es todavía más importante en lo que a la generación de electricidad se refiere: 60% de la demanda total de gas viene de la generación de electricidad, siendo responsable por un porcentaje similar de la producción eléctrica nacional.
“Hay que incrementar la disponibilidad de gas natural en varios lugares”, señala Carrillo. “Varias de las ciudades industriales tienen acceso, aunque probablemente no lo suficiente para crecer más. Eso potenciaría la disponibilidad de energía, que además debe ir acompañada de un aumento en la capacidad de almacenamiento, porque ese es el catalizador para que las industrias se sientan seguras o no en términos de energía”, plantea.
En ese sentido, el Plan de Fortalecimiento y Expansión del Sistema Eléctrico Nacional, presentado por la Presidenta Claudia Sheinbaum en febrero, buscará una expansión de 29 mil MW entre 2025 y 2030, lo cual representa más del 30% de la capacidad instalada actual de poco más de 92 mil MW.
El plan también incluye un gasto considerable en proyectos de transmisión y distribución, que buscan reforzar la seguridad y confiabilidad del sistema, aspectos clave para la atracción de inversión y el dinamismo del sector industrial. De los 25 nuevos proyectos, cinco son centrales de ciclo combinado, que utilizan gas natural como insumo indispensable para la generación eléctrica.
Según el Banco Interamericano de Desarrollo, “un punto central que afecta a la captación de Inversión Extranjera Directa es la disponibilidad –y el costo– de infraestructura acorde a las necesidades productivas de cada caso.” Para que México aproveche realmente las oportunidades que representa el nearshoring, deberá aumentar la capacidad de generación eléctrica, así como asegurar el suministro y almacenamiento de gas natural.
AM.MX/fm
