viernes, marzo 29, 2024

Regresaré al país sin rencores y con la frente en alto: Gómez Urrutia

CIUDAD DE MÉXICO, 17 de Agosto (AlMomentoMX).— Tras 12 años de exilio forzoso en Canadá, el líder minero Napoleón Gómez Urrutia aseguró que regresará a México en los próximos días para asumir su cargo como senador, y lo hará por la puerta principal con la frente en alto, ya que –afirmó– no tiene nada que esconder o de qué avergonzarse.

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“Voy a llegar al país y al Senado de frente, porque no tengo nada que ocultar o esconder. Regreso contento, luego de ganar una guerra jurídica y política de muchos años”, aseveró.

En entrevista con La Jornada, el líder minero aseguró que volverá contento para asumir el cargo plurinominal que el Presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, le otorgó. Pues, resaltó, tuvo que enfrentar por años “una guerra jurídica y política”.

El ahora senador electo por Morena aseguró que pese a la persecución política sin precedente, las amenazas de muerte y la campaña de desprestigio que padeció, regresa a México sin rencores ni afanes de revancha, pero sí de que prevalezca la legalidad y la justicia.

Durante su charla telefónica con La Jornada, señaló que su prioridad es colaborar para construir el proyecto de nación que impulsa el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, pugnar por mejores condiciones laborales para su gremio y para todos los trabajadores. Además, adelantó que pedirá que se reabra el caso Pasta de Conchos y se investigue y sancione a los responsables de esa tragedia.

Resaltó que los mineros apoyaron decididamente la campaña de López Obrador y él está contento y optimista, decidido a ser parte de la batalla que el nuevo gobierno dará por erradicar la corrupción, la injusticia y la desigualdad.

Gómez Urrutia abandonó el país en 2006. Contra él pesaban 11 causas penales por la supuesta malversación de más de 50 millones de dólares que obtuvo el sindicato de mineros ante una demanda contra Grupo México por “homicidio industrial”. En 2014, la Suprema Corte de Justicia de la Nación lo exoneró.

Precisó que tras esa demanda, comenzaron las amenazas e intimidaciones, pues los poderosos empresarios mineros querían quitarlo de la dirección del sindicato, molestos por la defensa de los derechos de nuestros compañeros, de las huelgas para exigir mejores salarios.

Aseveró que él nunca hubiera querido dejar su país, pero se vio obligado a hacerlo, aunque nunca se retiró ni abandonó su patria ni sus ideales. Afirmó que sintió temor por su vida y la de su familia, ya que recibieron amenazas de muerte.

“Mi hijo menor, que entonces tenía 18 años y estudiaba derecho en Monterrey, al salir de clases encontró en su Volkswagen una bala envuelta en papel y una nota: ‘Si no le pides a tu padre que se calle y deje de acusar de homicidio industrial, vamos a acabar con él y con toda la familia’”, recordó durante la entrevista.

AM.MX/dsc

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