CIUDAD DE MÉXICO, 26 de agosto (AlMomentoMx).- Este mes de agosto, miles de alumnos en edad preescolar y nivel primaria regresan a clases, y las enfermedades como el asma, pueden ser un desafío para los niños que la padecen, así como para sus padres y maestros cuando no están preparados para manejar las crisis o complicaciones.
El asma es un trastorno inflamatorio de los bronquios, crónico y persistente, caracterizado por episodios de dificultad para respirar, tos, sibilancias, u opresión torácica, que son generalmente reversibles, pero que de no atenderse, pueden ser severos o algunas veces fatales.
Casi una tercera parte de la vida del niño o del adolescente transcurre en la escuela, donde recibe información y socializa. Cuando un infante padece asma, es importante que los profesores conozcan medidas básicas que ayuden a prevenir los síntomas y las crisis durante su estancia en el colegio y, en caso de que se produzcan, saber cómo actuar.
Para reducir el ausentismo e impacto anímico en los menores, es necesario formar equipo entre los padres, profesores y, los mismos niños, a fin de no frenar el desarrollo de las actividades escolares.
Boehringer Ingelheim, preocupado por el bienestar de la población, recomienda a los padres y tutores consultar con el médico el tratamiento base. De acuerdo a las características, tipo y severidad de la enfermedad, el médico debe indicar cuál será el tratamiento a seguir. En la actualidad ya existen medicamentos innovadores como tiotropio, un broncodilatador anticolinérgico de acción prolongada disponible en México para el tratamiento del asma de difícil control en niños de 6 años en adelante.
Fomentar un apego al tratamiento. El asma es una enfermedad crónica, lo que se traduce en la necesidad de estar bajo un tratamiento continuo. Utilizar sólo medicamento de emergencia ocasionará que las crisis o exacerbaciones se presenten con mayor frecuencia y exista un deterioro de la función pulmonar.
Informar sobre esta condición de salud del niño en la escuela y al profesor encargado. Es fundamental darle recomendaciones de qué hacer en caso de que el menor presente síntomas e indicaciones del tratamiento de emergencia, preferiblemente por escrito.
Asimismo, tener un acercamiento con el doctor o enfermero de la escuela y los administradores escolares para crear un plan de salud en caso de percance.
Un niño o adolescente con asma controlada puede llevar una vida normal y sin preocupaciones. Por eso, además de un diagnóstico oportuno, es importante hacer hincapié en la educación para el auto-control, que es parte fundamental en el éxito del tratamiento, así como erradicar mitos y falsas creencias que dificultan su atención.
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