viernes, marzo 29, 2024

RÁFAGA: Se agrava el problema médico asistencial, faltan médicos, medicinas y aparatos

Jorge Herrera Valenzuela

Otro de los graves problemas que confronta el gobierno federal y que requiere acciones prácticas, no discursos ni justificaciones por lo que se hizo y lo que no se hizo en el pasado, es el relacionado con la atención médica y hospitalaria para los millones de mexicanos que carecen de recursos económicos para acudir a un médico particular, no cuentan con afiliación al IMSS o al ISSSTE y hoy desaparecieron el Seguro Popular y es casi nulo el servicio en los Centros de Salud.

En la tarea de desterrar a la corrupción y en aras de ondear la bandera de la Cuarta Transformación, se cierran establecimientos asistenciales, se eliminan nóminas de médicos, enfermeras, camilleros, afanadoras, se reducen los presupuestos para la administración de hospitales y clínicas, cuando lo procedente es fincar responsabilidades administrativas y penales a los corruptos, rehabilitar los edificios existentes, dotar de equipos modernos a los quirófanos y abastecer de medicamentos a las farmacias oficiales.

Hace un mes, en marzo 23, la subsecretaria de Integración y Desarrollo, de la Secretaría de Salud, doctora Asa Christina Laurell, nos alertó del problema que representa rescatar a 324 hospitales y clínicas, en todo el país, muchos abandonados, otros no terminados en su construcción, decenas que no tienen lo necesario para atender a los pacientes. La funcionaria informó, según el diario Reforma de la fecha mencionada, que se requieren 14 mil 600 millones de pesos para el funcionamiento completo de esas dependencias.

La médica sueca-mexicana, graduada en 1971 en la Universidad de Lund, fue secretaria de Salud en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, en el Distrito Federal (hoy Ciudad de México). La médica, epidemióloga, especialista en Salud Pública y doctora en Sociología (por la UNAM), manifestó que tan caro es reconstruir un hospital o una clínica, que en construirlos.

Están detectados casos extremos en Veracruz y en Chiapas. En la primera entidad hay 42 Centros de Salud, varios de ellos sin agua potable, sin drenaje, sin energía eléctrica. En Guerrero un hospital del ISSSTE, en Chilpancingo, paró sus labores por falta de medicamentos, material y alimentos para los pacientes hospitalizados; no hay consulta externa. Los familiares deben llevar los alimentos y las medicinas para sus familiares. En Chiapas la situación médico asistencial es similar a la existente en esas dos entidades y en varias más de la República Mexicana.

Por supuesto que el panorama que registran los hospitales las clínicas, los Centro de Salud, es decir el servicio de atención externa e interna a cargo del gobierno federal, es muy lamentable. Los más afectados son hombres y mujeres de la Tercera Edad, así como los menores de edad. En el inicio de la presente semana se apuntó, en nota periodística, que el recorte presupuestario lo están resintiendo los hospitales e institutos de alta especialidad, donde es muy alta la demanda de servicios. Los Institutos Nacionales más afectados son; Psiquiatría, Cardiología, Neurología, Enfermedades Respiratorias, Pediatría, Perinatología, Rehabilitación.

La orden presidencial de menguar presupuesto en el Sector Salud tiene en jaque a los directivos de los Hospitales Juárez, Manuel Gea González (los enfermos son atendidos en el suelo), General de México y el Infantil, donde suprimieron los turnos extras, las suplencias y “lo que se conoce outsourcing” (contratación de personal, por medio de una agencia), ha creado serios retrasos porque al día, se dan 900 consultas y ya no tienen el personal suficiente. A la administración del Hospital Juárez le quitaron 72 millones de pesos y 47 millones al INER, Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias.

PREGUNTA PARA MEDITAR:

¿Frente a gravísimos problemas como los planteados, no podría retrasarse el gasto de 350 millones de pesos para impulsar el béisbol y aplicarlos al Sector Salud?

jherrerav@live.com.mx

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