CIUDAD DE MÉXICO.- Según el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), la computación cuántica revolucionará industrias enteras al resolver problemas que hoy parecen imposibles. Con esta tecnología, conceptos que antes parecían propios de la ciencia ficción podrían volverse realidad: desde la optimización de modelos climáticos para combatir el cambio climático hasta avances en biotecnología que podrían acercarnos a la extensión radical de la vida humana. Y, aunque no es una realidad todavía, hay cosas que México puede hacer para alistarse antes de su llegada: por ejemplo, asegurar su dotación de gas natural… En este 2025, Año Internacional de la Ciencia y la Tecnología Cuánticas (como fue designado por las Naciones Unidas), expertos hablan sobre la necesidad de prepararse para los desafíos y oportunidades que la computación cuántica representa.
De acuerdo con la UNESCO, la computación cuántica es una rama de la informática que usa los principios de la mecánica cuántica para procesar información de manera significativamente más eficiente que las computadoras tradicionales.
Las supercomputadoras (o computadoras cuánticas) podrán realizar cálculos complejos a velocidades inalcanzables para las tecnologías actuales, abriendo nuevas posibilidades en campos como la criptografía, la simulación de materiales y la inteligencia artificial. Sin embargo, requieren enormes cantidades de energía, como explica el doctor Moisés Jáuregui Sánchez, académico e investigador especializado en la industria de semiconductores y tecnologías avanzadas.
“Las computadoras cuánticas consumen mucha energía. Deben estar en un cuarto frío porque producen mucho calor. En lugar de bits, usan qubits, lo que significa que continuamente calculan millones de datos por segundo. Eso aumenta su demanda energética”, señala.
El avance del chip Majorana 1
Uno de los desarrollos más recientes en el campo de la computación cuántica es el chip Majorana 1 de Microsoft, un dispositivo que podría resolver uno de los mayores problemas de esta tecnología: la inestabilidad cuántica y la propensión al error.
Sin embargo, comparado con iniciativas como la de IBM, que ha desarrollado chips cuánticos superconductores con más de mil qubits, o el sistema de Google, que demostró la supuesta supremacía cuántica, el Majorana 1 se encuentra en una etapa preliminar. No obstante, para México, hay dudas en el sector académico de que esta tecnología sea viable en el mediano plazo. “Entre los colegas de México y de varias partes del mundo, se habla mucho sobre qué tan viable sería tener computadoras cuánticas de manera comercial. Muchas de las computadoras actuales pueden hacer cálculos avanzados, pero consumen menos energía que una computadora cuántica, que requiere grandes recursos para funcionar”, dice Jáuregui.
El doctor José L. Costa Krämer, experto en PERTE Chip e investigador del Instituto de Micro y Nanotecnología del Consejo Superior de Investigaciones Científicas en España, coincide con este punto de vista: “Aunque hay avances sustanciales, aún es poco probable que haya un ordenador cuántico comercialmente útil. Sin embargo, tecnologías como la manipulación de fotones y la mejora en la fabricación de qubits ya comienzan a impactar la industria.”
Su consumo energético
A medida que las computadoras cuánticas evolucionan, también lo hace su demanda de energía. Hoy, una sola computadora cuántica de investigación consume más energía que un centro de datos tradicional. Según el MIT, los sistemas de refrigeración de qubits superconductores requieren temperaturas cercanas al cero absoluto, lo que implica un gasto energético significativo. Un ejemplo de esto es la supercomputadora Frontier en EE.UU., que usa 504 MWh diarios, equivalentes al consumo de 17 mil hogares.
La adopción masiva de la computación cuántica podría generar un nuevo reto para las redes energéticas globales. “En términos de redes eléctricas, hay nichos de aplicaciones que ya son una realidad, como la inteligencia artificial, la criptografía cuántica y las comunicaciones 100% seguras. Sin embargo, en términos de diseño y optimización energética de las fábricas de semiconductores, los factores de eficiencia seguirán dependiendo en gran medida de los combustibles fósiles y las redes eléctricas actuales”, dice el doctor Costa Krämer.
China, EE.UU. y la Unión Europea ya planifican la integración de la computación cuántica en su infraestructura digital, buscando asegurar un suministro eléctrico estable y sostenible. Para México, esto aún se ve lejano. “Antes de meternos en el uso masivo de computadoras cuánticas, debemos hacer un plan de gestión de recursos energéticos para evitar problemáticas más drásticas”, concluye Jáuregui Sánchez.
No obstante, ya se busca asegurar un mayor y mejor suministro eléctrico en México. De acuerdo con el Plan de Fortalecimiento y Expansión de la CFE presentado en febrero de este año, nuestro país aumentará su capacidad actual instalada de 45,000 MW:
En los próximos meses, se inaugurarán 10 nuevos proyectos que generarán 6.9 MW, con una inversión total de 5,900 millones de dólares.
Aunque se incorporará más energía eólica, con una inversión de 4,204 millones de dólares para generar 3,211 MW, no será suficiente. Por ello, la CFE también planea adicionar 13,000 MW mediante centrales de ciclo combinado que utilizarán gas natural, que contamina menos que el carbón o el combustóleo utilizado anteriormente.
AM.MX/fm