CIUDAD DE MÉXICO.- Cada vez más niñas y niños en edad escolar, de 6 a 12 años, instalan aplicaciones de juegos en teléfonos inteligentes, tabletas y consolas portátiles, sin embargo, es una tendencia que debe atenderse debido a los riesgos a los que se exponen, los cuales van más allá de una simple actividad de ocio o entretenimiento.
En 2017 solo 8% instalaba aplicaciones de juegos en teléfonos inteligentes y para 2023 la cifra creció a 40.7%. Actualmente 6.1 millones de menores se entretienen de esta manera pero su uso excesivo genera preocupación.
A través de la Revista del Consumidor de este mes, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) publica algunas de las problemáticas detectadas por el uso desmedido de estos dispositivos, las cuales son:
– Bajo rendimiento académico
– Alteraciones en el sueño, pues la exposición a la luz de las pantallas electrónicas perjudican la calidad y la conciliación del sueño
– Gastos inesperados debido a que hay aplicaciones que para seguir jugando piden realizar alguna compra
– Ansiedad provocada por la dificultad de algunos juegos.
– Suplantación de identidad, acoso o violencia digital ya que algunas plataformas de videojuegos lo facilitan mediante el uso de perfiles falsos
Las alternativas hacia estas problemáticas que recomienda la Procuraduría empiezan por establecer límites, acuerdos y horarios para el uso de estos dispositivos, además de realizar un seguimiento académico y del comportamiento de las niñas y los niños.
El uso adecuado de los videojuegos o aplicaciones puede ser beneficioso en la educación, ya que pueden proporcionar acceso a materiales de estudio de acuerdo a su edad.
Cambiarlas aplicaciones de juegos por educativas permite fomentar e incentivar el pensamiento crítico, la resolución de problemas, la memoria, el razonamiento lógico, la imaginación, la motricidad y el autoaprendizaje.
Es importante educar sobre el uso seguro de aplicaciones y solo descargarlas de tiendas oficiales, así como enseñar a mantener la privacidad y no compartir datos sensibles como nombre completo, dirección, datos personales o fotografías.
Se recomienda establecer rutinas antes de ir a dormir y evitar el uso de dispositivos al menos una hora antes de acostarse, así como priorizar actividades como leer, dibujar, hacer ejercicio o algún pasatiempo, ya que puede reducir la dependencia de los juegos móviles.
Es fundamental que las madres, padres o tutores de las niñas y los niños desarrollen hábitos de juego ya que no solo abarcan la cantidad de tiempo que pasan jugando, sino también el tipo de juegos que eligen.
También es fundamental aprender a identificar si los juegos son adecuados para la edad de las niñas y los niños. Las categorías de clasificación van de la A, lo cual significa que es apto para todo público, hasta la D, que es únicamente para adultos de 18 años o más.
Estas clasificaciones las determina la Secretaría de Gobernación a través del Sistema Mexicano de Equivalencias de Clasificación de Contenidos de Videojuegos (SMECCV), así como la Junta de Clasificación de Software de Entretenimiento (ESRB, por sus siglas en inglés).
La información completa, que incluye herramientas para que padres y madres sepan si un videojuego es adecuado para la edad que tengan sus hijos o hijas, se encuentra en la Revista del Consumidor del mes de abril en el siguiente link: RevistaDelConsumidor-578-Abril-2025.pdf
AM.MX/fm