CIUDAD DE MÉXICO.. El precio de la tortilla ha registrado un aumento significativo en varias regiones del país, alcanzando hasta 32 pesos por kilo en algunos puntos de venta. Este ajuste ha generado preocupación entre consumidores, especialmente en sectores populares donde este alimento forma parte esencial de la dieta diaria.
La Unión de la Masa y la Tortilla, agrupación que representa a productores y tortillerías, informó que el incremento se debe al alza en los costos de insumos clave como el maíz y el gas. Estos factores han presionado a los pequeños y medianos productores, quienes enfrentan dificultades para mantener precios accesibles sin comprometer su operación.
El rango de precios de la tortilla actualmente oscila entre 16 y 32 pesos por kilo, dependiendo de la región y el tipo de establecimiento. En zonas rurales, el costo puede ser menor, mientras que en ciudades con mayores costos operativos se reportan los precios más altos.
Como respuesta, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural anunció la entrada en vigor del Acuerdo Nacional Maíz–Tortilla, firmado el pasado 12 de junio con productoras, productores, comercializadores, harineros, nixtamaleros y tortilleros. Esta estrategia tiene como objetivo estabilizar y reducir el precio de la tortilla, utilizando como base los precios promedio estatales, según información del Sistema Nacional de Información e Integración de Mercados (SNIIM).
El acuerdo busca frenar nuevas alzas y establecer un mecanismo de seguimiento constante a las condiciones del mercado. No obstante, su implementación dependerá de la colaboración de todos los actores involucrados en la cadena productiva.
Mientras tanto, diversos ciudadanos han manifestado su inquietud. El aumento afecta directamente al consumo diario de las familias mexicanas, sobre todo en zonas donde el salario mínimo no alcanza a cubrir el costo de la canasta básica.
Por su parte, algunos productores señalan que sin un control en los precios de los insumos, las medidas podrían resultar insuficientes. La tensión entre mantener un precio justo para el consumidor y garantizar la rentabilidad de la producción sigue presente.
El panorama para el sector tortillero dependerá de la evolución del mercado de maíz y combustibles, así como de la eficacia del acuerdo firmado por el gobierno federal.
AM.MX/fm