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¿Por qué se incrementaron la venta del libro "1984" de George Orwell?

CIUDAD DE MÉXICO, 26 de enero (AlMomentoMX).-  El libro 1984 de George Orwell se ha convertido en un punto de referencia en la era de Donald Trump, donde la posverdad y los “hechos alternativos” se han apoderado de la política.

Una referencia a la novela, publicada en 1984, hecha por una asesora del presidente estadunidense disparó las ventas del clásico de Orwell, que estaba hasta este miércoles a la cabeza de las ventas de la página de Amazon en Estados Unidos.

La asesora Kellyanne Conway calificó la versión del portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, como “hechos alternativos”, luego de que éste había afirmado contra toda evidencia que la multitud presente en la investidura del nuevo presidente había sido la más numerosa nunca vista.

Por lo que varios medios de comunicación se apresuraron a señalar que el calificativo utilizado por Conway fue empleado en la novela 1984, que describe una sociedad donde el gobierno controla estrictamente la información.

En su obra, Orwell introdujo el concepto de “doble pensamiento”, que según el autor británico “significa el poder de mantener dos creencias contradictorias en la mente simultáneamente, aceptando ambas”.

Por estas superventas, la editorial Penguin ordenó imprimir un tiraje “significativo” de 75 mil ejemplares adicionales del libro para responder a la inusual demanda.

“No es que Estados Unidos se haya convertido en Oceanía”, país donde transcurre 1984, explica Alex Woloch, profesor de literatura en la Universidad de Stanford y autor de Or Orwell: Writing and Democratic Socialism. “No se ha suprimido la libertad de expresión, ni se ha impuesto la censura ni tampoco un sistema de vigilancia masiva, ni se llevan a cabo ejecuciones por motivos políticos, no es eso. Pero el nacionalismo de Trump, su retórica autoritaria y, por encima de todo, su agresiva ignorancia de la verdad ha hecho saltar todas las alarmas, sobre todo su deslegitimación de sus enemigos. Todo eso nos lleva a Orwell y a la forma en que insistía en que las mentiras son mentiras y en que los hechos importan”, agregó.

Orwell habla en su libro de una nueva lengua y su protagonista trabaja en el Ministerio de la Verdad, que se ocupa de establecer lo que es falso y lo que es verdadero. Los hechos son definidos por el Estado, no por los ciudadanos.

Estos conceptos resultan bastantes inquietantes en la actualidad, en un momento en que una de las principales asesoras de Trump acuñó el concepto de “hechos alternativos”, que consiste básicamente en negar las evidencias empíricas,  con lo ocurrido con la polémica sobre el número de personas que asistieron a la toma de posesión.

Por su parte, el director de The Washington Post, Martin Baron, recordó la relevancia de la obra del novelista y ensayista británico al señalar que los “hechos alternativos” le recuerdan a 1984: “El partido te pide que rechaces lo que ven tus ojos y escuchan tus oídos”.

Con Orwell, el Ministerio de la Verdad se ocupa de establecer los hechos que deben ser ciertos para unos ciudadanos constantemente vigilados por el Gran Hermano —una de las muchas intuiciones en el libro es la omnipresencia de la televisión, que no solo se usa para ver, sino también para ser vistos.

La nueva lengua, que sirve para simplificar la forma en que se expresan los ciudadanos y así evitar sentimientos y pensamientos no deseados, es definida así por Orwell al final del libro: “El propósito de la nueva lengua no era solo proporcionar un medio de expresión a la visión del mundo y los hábitos mentales de los devotos del Socing [la ideología dominante en el mundo orwelliano], sino que fuese imposible cualquier otro modo de pensar. La intención era que cuando se adoptara definitivamente la nueva lengua y se hubiese olvidado la vieja lengua, cualquier pensamiento herético fuese inconcebible, al menos en la medida en el pensamiento que depende de las palabras”.

Otros conceptos acuñados por Orwell en su novela son la policía del pensamiento, el doblepiensa o la mutabilidad del pasado. También describe lo que llama los “dos minutos de odio”, que tienen profundos ecos en los venenosos discursos o tweets dirigidos a cualquiera que piense diferente o que sea diferente del presidente Trump.

Esos “dos minutos de odio” consisten en ofrecer a todos los ciudadanos la imagen del archienemigo del Estado, que defendía conceptos aberrantes como “la libertad de expresión, la libertad de prensa, el derecho de reunión y el derecho de opinión”.

No es la primera vez, ni de lejos, que 1984 vive un boom por su capacidad para reflejar la realidad. En 2013, cuando se produjeron las revelaciones de Edward Snowden sobre el espionaje masivo, la novela también saltó a las listas de más vendidos.

En el prólogo a la edición española, Humberto Eco escribe: “El libro es un grito de alarma, una llamada de atención, una denuncia, y por eso ha fascinado a millones de lectores en todo el mundo”. Seguramente, ni el propio Orwell sospechaba hasta dónde iba a prolongarse la vigencia de su obra.

AM.MX/dsc

 

 

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