martes, abril 23, 2024

PODRÁ MEADE CON EL PRI?

Por Norma Meraz

 

José Antonio Meade, tecnócrata de pura cepa ha sido elegido por el presidente Enrique Peña Nieto para que, catapultado por su partido, el PRI, lo suceda en Palacio Nacional como oficina y Los Pinos, como residencia oficial.

El hombre sin partido que mientras trabajaba para un gobierno panista, votaba por un candidato priísta a la presidencia, hoy es el que cargará sobre sus espaldas la pesada losa del descrédito o la antipatía y decepción del PRI, un partido que ha transitado entre la “ renovación moral” y la “ sana distancia”, en el  que  han militado lideres con ideario político comprometidos con el trabajo social junto a prominentes empresarios que han ofrecido no sólo apoyo sino también dinero, mucho dinero; ambos y con orgullo de pertenencia hoy se dice ”un PRI del siglo XXI”.

Que lejos quedaron los días de Plutarco Elías Calles, hoy mal comparado con José Antonio Meade por el simple hecho de haber ocupado la titularidad de 4 Secretarias de Estado.

Acaso el Revolucionario Institucional no encuentra entre sus afiliados hombres preparados, honestos y comprometidos con las causas sociales?

Tuvo que ungir a un individuo cuyos atributos no se encuentran en algún priista capaz de ganarse la voluntad social para que  los gobierne?

A José Antonio Meade se le reconocen  sin duda muchos atributos como: ser un hombre com

amplia experiencia en la administración pública y sin acusación o fama alguna de corruptelas.

Es justamente el hombre que  el PRI necesitaba, pues con varios gobernadores acusados de enriquecimiento desmedido que se encuentran en la cárcel, otros detenidos en el extranjero en espera de su extradición y otros más en lista de espera, Meade cae como anillo al dedo. Es la otra cara de la moneda.

Lo que queda por ver es , si el candidato puede superar y librar la falta de credibilidad en el partido que lo postula .

Según encuestas recientes, el PRI es el partido por el cual NO VOTARÍA el 69% de la población.

Para muchos mexicanos el PRI es sinónimo de corrupción y justamente eso es lo que ya no quieren.

En el supuesto caso de que crezca el voto antisistema, no será fácil sacudirse esa animadversión, sobre todo si Meade ha sido parte de ese sistema; tanto encabezado por Acción Nacional

Como por el Revolucionario Institucional .

Quienes serán los diseñadores de la estrategia de campaña? Alguien que haya trabajado siempre atrás de un escritorio, un legislador que nunca haya hecho campaña o mercadólogos extranjeros?

Este candidato pertenece a los “técnicos “ y sus contrincantes a los  “rudos”, a menos que se encuentre en el camino a Miguel Mancera.

El auto llamado PRI del siglo XXI, deberá tener una estrategia  novedosa por tratarse de un

momento muy crítico que vive el país.

El lenguaje de campaña se expresa alzando la voz y con recursos a la defensiva y habrá que conectar con los acarreados para que  se emocionen. Las tradicionales fotos con viejitas y niños ya no son pases para entrar a la conciencia de los electores.

México enfrenta más de dos problemas críticos que seguramente tendrán voz y voto en el proceso electoral 2018.

La persistente violencia e inseguridad, la corrupción, la impunidad y la desaceleración económica, inciden fuertemente en el deterioro de la estabilidad social; las primeras por la ineficaz política para combatirlas y la última por factores internos y externos .

Los mexicanos han gastado menos en bienes de consumo y enfrentan aumento constante en los precios. Ante  una situación de alza de precios con aumento de desempleo, nos lleva a la inflación, cuya tasa, anualizada a octubre , llegó a 6.37% según datos del INEGI.

Otros factores son: la disminución de la inversión privada nacional y la extranjera; disminución en la producción petrolera y aumento en la importación de gasolinas y gas; las exportaciones a Estados Unidos –nuestro socio comercial más importante– han decrecido.

El endeudamiento externo se fue al alza, mientras que las remesas de nuestros connacionales –que siguen siendo nuestra fuente principal de ingresos–, también  han bajado.

Estos y otros más son factores que nos reportan un severo retroceso en las finanzas públicas, con un impacto directo en los bolsillos de los mexicanos.

Las palabras: esperanza y triunfo, caben poco en el ánimo de la gente, pues muchas veces las han escuchado y se han desgastado porque no cuadran con los hechos.

Que esperanza pueden tener los desplazados por los terremotos en Oaxaca y Chiapas que a más de dos meses siguen llorando encima de los escombros. En Puebla, en Morelos y también en San Gregorio, Xochimilco, los niños y los ancianos sobreviven  hacinados en tejabanes con apenas alimento y apenas cobija, sin medicinas.

Cuál esperanza pueden albergar si el gobierno ya los abandonó  a su mala suerte .

Podrá José Antonio Meade convertir ese abandono del gobierno del PRI en confianza, esperanza e ilusión de un mundo mejor?.

 

Digamos la verdad!

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