CIUDAD DE MÉXICO.- Nos sumamos a las exigencias de que el Poder Legislativo debe convocar al Parlamento Abierto para garantizar la posibilidad de participación amplia de las familias, colectivos y redes en el diálogo sobre las propuestas de reformas a la Ley.
El trabajo que las tres plataformas desarrollaron en las mesas convocadas por Segob fue parte de un proceso de diálogo, escucha y construcción conjunta pero no agota el universo de familias y procesos organizativos de las víctimas ni los espacios de participación activa y sustantiva.
En la construcción, se avanzó en la delimitación del funcionamiento de la Plataforma Única de Identidad (PUI) para la investigación, búsqueda, localización e identificación de personas desaparecidas o no localizadas en el espíritu de esta Ley y de las preocupaciones de las familias, pero enfatizamos que aún quedan muchas salvaguardas por sumar que son fundamentales.
Las familias y colectivos de búsqueda de México tienen un trabajo histórico de décadas que incorpora una diversidad incalculable de historias y experiencias. Las plataformas que firmamos el presente comunicado expresamos nuestro respeto y reconocimiento a esa diversidad, sin buscar en ningún momento que nuestra voz represente a todas las familias buscadoras del país que se organizan de distintas formas. La historia de la búsqueda demuestra que los caminos son diversos y que se encuentran en lucha por la localización de las personas que nos faltan y que el Estado tiene la obligación de garantizar para todas las familias un proceso de escucha y, en lineamiento con la LGD,hacernos partícipes a todas y cada una de las colectividades y familias, en la creación de mecanismos que avancen hacia encontrar a todas las personas desaparecidas en México
Si bien la desaparición en nuestro país ha sucedido desde hace varias décadas, en el 2006 se detona un crecimiento y masificación de este delito atroz, hasta alcanzar cifras impensables, acumulando además una crisis forense de enormes proporciones. 3 presidentes han pasado sin darnos respuesta efectiva a la búsqueda, localización, identificación y regreso a casa de nuestros seres queridos, 18 años y muchos más de impunidad y de dolor que continua creciendo a ritmo alarmante sin que haya al momento la capacidad de evitar las desapariciones pero tampoco de esclarecer las del pasado.
El momento actual se caracteriza por una posibilidad de construcción conjunta entre sociedad y Estado para fortalecer los pendientes que existen en torno a la legislación y políticas públicas contra la desaparición, a partir de la experiencia que las familias y colectivos que convergemos en estas tres plataformas hemos decidido compartir y no ha sido un diálogo fácil, hemos visto como el Estado ha ido abriéndose de a poco al intercambio de ideas, a debatir diferencias y lograr consenso, si bien los diálogos no tuvieron.
El mejor formato, confiamos en que se pueda seguir construyendo una metodología apta para el diálogo amplio con muchos más colectivos y familias para todas las políticas públicas que hacen falta reformar o construir.
Frente a esta dolorosa y compleja realidad en la que buscamos a miles de personas desde hace décadas se hace necesario articular los esfuerzos institucionales y sociales. Las Plataformas firmantes hemos planteado al Estado mexicano una serie de exigencias y propuestas para construir mejores condiciones para las búsquedas, así como para los procesos de identificación e investigación.
Con ese propósito nos sumamos a un proceso de diálogo convocado por la Segob, derivado de la exigencia de los colectivos, con la participación de diversas instituciones de la federación responsables de buscar y localizar a nuestras personas amadas.
En el marco de estas mesas de diálogo, y considerando la presentación de las reformas a la Ley General de Desaparición durante el periodo extraordinario, las autoridades abrieron una mesa específica para dialogar cambios necesarios a la propuesta hecha por el ejecutivo en marzo de este año. Las familias que asistimos colocamos propuestas a las distintas preocupaciones y pendientes para el fortalecimiento de dicha Ley, siempre perfectible.
En este marco hacemos énfasis en la necesidad de transparentar y corregir los registros y bases de datos necesarias para la búsqueda e identificación, así como reiteramos que es de vital importancia fortalecer las salvaguardas a la protección de datos personales y uso adecuado de los mismos para la búsqueda, localización e identificación de personas.
Reconocemos que existen pendientes importantes y que deben ser discutidos con seriedad y escuchando la pluralidad de voces que somos las familias buscadoras. En ese sentido, exhortamos a las autoridades y, particularmente al congreso, a que tomen la oportunidad de esta reforma incorporando las distintas perspectivas que desde la experiencia de familiares en búsqueda permitan avanzar en los pendientes.
En estas mesas se avanzaron en algunos consensos; sin embargo, también se evidenciaron importantes disensos sobre prioridades, estrategias y necesidades específicas. Dejando interrogantes a trabajar más adelante en espacios de fortalecimiento de políticas públicas y en el marco de otras leyes.
De ninguna forma en estos espacios se agota la discusión ni la participación de cuestiones tan relevantes para las familias y la sociedad en general y nuestra participación no implica un acuerdo absoluto con lo que se plantea en la nueva propuesta.
Por ello, reconociendo que en una democracia los espacios de diálogo son sanos y necesarios, hemos reiterado, y nuevamente lo hacemos a través de este comunicado, la obligación de que el Poder Legislativo en uso de sus facultades convoque a un Parlamento Abierto en el que se puedan sumar otras voces desde familias, colectivos y plataformas que esperan este ejercicio democrático; que se dé a conocer el dictamen de forma oportuna a fin de que las personas legisladoras y la ciudadanía puedan realizar el ejercicio con la seriedad que este proceso merece .
AM.MX/fm
