Por Pedro Camacho
Cuando se habla de una canonización, que consiste en que la Iglesia reconozca como santo a un hombre o a una mujer virtuosos, poca gente repara en que la palabra deriva de canon, que significa, regla. Canonizar a alguien significa reconocerlo como santo de acuerdo con el derecho canónico; o sea, de acuerdo con las reglas jurídicas de la Iglesia. Por cierto que nada tiene que ver la canonización con la santificación, que es un proceso personal de esfuerzo por vivir santamente.