Por Pedro Camacho
Estrenar nuevo traje, abrir nueva ruta, inaugurar nuevo edificio, son expresiones que se utilizan con gran naturalidad, a pesar de que son incorrectas. En efecto, esas expresiones son redundantes, porque todo lo que se estrena o se inaugura es necesariamente nuevo, de modo que no hace falta el calificativo. Pasa lo mismo con “imponer nuevo récord”. Si se impone, es obvio que es nuevo. Basta con imponer, batir o romper un récord.