CIUDAD DE MÉXICO / SemMéxico.- Modificaciones a la Ley del Desarrollo Social para dar prioridad en los programas sociales a las jefas de familia buscando generar acciones que reduzcan las carencias en ingresos y obtengan una vivienda digna, además se reconozcan sus actividades remuneradas, propuso la diputada priista Norma Angélica Aceves García, con la iniciativa que reforma la Ley General de Desarrollo Social.
Desde el año 2000 hasta el 2020 se ha incrementado el porcentaje de jefatura femenina en los hogares, sustentó, pasando del 21 al 33 por ciento.
Pese a esto, el país tiene una proporción baja de mujeres en la Población Económicamente Activa. En el último trimestre del 2019, antes de la pandemia, México registraba 45.4 por ciento de mujeres trabajando o disponibles para trabajar.
La iniciativa tiene como objetivo que la política nacional de Desarrollo Social tenga como propósito reducir, bajo el principio de progresividad de los derechos humanos, las carencias sociales de los grupos en situación de vulnerabilidad empleando, entre otras opciones, las acciones afirmativas.
Que las autoridades competentes de los tres órdenes de gobierno fomenten las actividades productivas para promover la generación de empleos e ingresos, destinen acciones afirmativas para reducir la brecha de género, reconocer las desventajas que enfrentan las familias encabezadas por mujeres.
Se estipula que el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), con el Instituto Nacional de las Mujeres (INMUJERES), desarrollen lineamientos para la medición de la pobreza de las familias con perspectiva de género, comparando las desventajas entre familias encabezadas por mujeres y las que no lo son.
La iniciativa, fue turnada a la Comisión Bienestar, refiere que “México tiene un número considerable de jefas de familia y su situación resulta preocupante, debido a que enfrentan un panorama desigual e injusto, producto de un sistema sexo/género que produce condiciones y posiciones sociales diferenciadas entre hombres y mujeres”.
Las jefas de familia, añade, tienen “doble trabajo”, ya que deben encargarse de la economía de sus familias y, al mismo tiempo, ocuparse de la crianza de los hijos, lo que provoca un desgaste físico y emocional mayor.
Agrega que existe un mundo laboral injusto porque hay una valorización diferenciada que se ve reflejada en los salarios y trabajos ofertados. Por ello, regularmente las mujeres ingresan en el “trabajo informal”, lo que reduce su potencial de crecimiento y exacerba la desigualdad, tal como se refleja en la ausencia de seguridad social, seguro de vida, prestaciones y bonos.
En mayo de 2018 el INEGI estimó el número de hogares en México en 34.1 millones y 28.5 por ciento tenía una mujer como jefa de familia. El Censo de Población y Vivienda 2020 informó que, a nivel nacional, en 33 de cada 100 hogares las mujeres son reconocidas como jefas de la vivienda, esto significa 11 millones 474 mil 983 hogares.
El reconocimiento, al término de jefas de familia, hace entender que las mujeres son el principal sostén económico de su hogar. Así lo hizo el Instituto Nacional de Estadística y Geografia (INEGI) en el Censo del 2020, de acuerdo a la investigadora de la UNAM, Berenice Ramírez López. De acuerdo a ese censo del 2020 aumentaron del 9 al 12 por ciento la población de las mujeres jefas de hogar.
Sobrellevar la crianza, el hogar y el trabajo remunerado se vuelve todo un reto para estas mujeres, ya que implica invertir en cuidadoras, lo cual merma su salario, buscar personas de su confianza que le apoyen a cubrir momentos, urgencias y traslados que requieren sus hijos e hijas, mientras ella está laborando ante la ausencia de la responsabilidad del padre, el cual aun no viviendo con la madre podría asumir su corresponsabilidad.
Otros retos tienen que ver con la falta de tiempo para ella, la búsqueda de empleos donde pueda compatibilizar su crianza, el tiempo para seguirse preparando y escalar en el ámbito laboral, entre otros. Lo que conlleva a un desgaste físico y emocional, mayor cuando no cuenta con una red de apoyo para poder compatibilizar la crianza, el hogar y el trabajo remunerado, olvidando, por cierto, su vida personal y social.
Buscan paridad de género en la Coordinación que evalúa la Política Nacional de Cambio Climático
El diputado perredista Jesús Alberto Velázquez Flores, por su parte, propuso reformar el artículo 23 de la Ley General de Cambio Climático para que haya paridad en la Coordinación que evalúa la política nacional de cambio climático.
La iniciativa busca establecer que las y los consejeros serán designados por la Comisión Intersecretarial de Cambio Climático a través de una convocatoria pública que deberá realizar el titular del Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC) “respetando siempre el principio de paridad de género”.
La coordinación se integra por representantes de la comunidad científica, académica, técnica e industrial, con amplia experiencia en materia de medio ambiente, particularmente en temas relacionados con el cambio climático, mismos que durarán cuatro años en el cargo y sólo podrán ser reelectos por un periodo.
La iniciativa fue turnada a la Comisión de Cambio Climático y Sostenibilidad para dictamen, y a de Igualdad de Género para opinión.
Se destaca que la paridad de género es un principio constitucional que se refiere a la participación equilibrada, justa y legal, que asegura que al igual que los hombres las mujeres tengan una participación y representación igualitaria en los puestos de poder y de toma de decisiones en las esferas de la vida política, económica y social.
Estos avances, respecto a los derechos y representatividad de las mujeres, vieron su origen hace casi 70 años en México, y son el resultado de la lucha de las organizaciones feministas, un camino largo lleno de dificultades y luchas que van desde lograr que se les reconociera el derecho a votar y ser votadas por primera vez en 1955, hasta el principio de paridad en el registro de candidaturas con la reforma constitucional de 2014.
En junio de 2019, como resultado de esas luchas de las mujeres y el compromiso de la primera legislatura paritaria de la historia de México, se aprobaron reformas a la Constitución Política para incorporar la paridad en todo.
AM.MX/fm