CHERNOBIL.- Treinta y ocho años después del desastre nuclear de Chernóbil, los perros callejeros que habitan la zona han desarrollado una adaptación inesperada que los hace inmunes a la radiación, según un grupo de científicos de la Universidad de Columbia.
Este hallazgo abre nuevas perspectivas sobre la resistencia biológica en entornos tóxicos y plantea interrogantes sobre la evolución genética en condiciones extremas.
La tragedia de Chernóbil, ocurrida en 1986 en Ucrania, dejó una región desolada conocida como la Zona de Exclusión. Mientras miles de personas fueron evacuadas, muchas mascotas quedaron atrás, formando poblaciones semi-salvajes que hoy suman cerca de 500 animales.
Estos perros, descendientes de aquellos abandonados, han sobrevivido a inviernos severos, a la exposición constante a radiación y a la contaminación de metales pesados.
Científicos que recolectaron muestras de sangre de 116 perros encontraron mutaciones genéticas nunca vistas, que les permiten prosperar en este ambiente hostil.
Las adaptaciones incluyen mecanismos que podrían reparar el daño celular provocado por la radiación y la toxicidad ambiental. Estas diferencias genéticas son especialmente marcadas entre los perros que habitan cerca de la planta nuclear y los que viven en la ciudad de Chernóbil, lo que sugiere una evolución independiente en cada grupo.
El equipo liderado por el Dr. Norman Kleiman y el Dr. Matthew Breen subraya que estas adaptaciones no solo son fascinantes desde un punto de vista científico, sino que también podrían tener implicaciones para la salud humana y animal.
“El estudio de los perros de Chernóbil podría ayudarnos a desarrollar estrategias para proteger organismos vivos de los efectos de la radiación”, indicó el Dr. Breen.
A pesar de las adversidades, estos animales no solo han llamado el interés científico, sino que se han convertido en un símbolo de resiliencia. Sus adaptaciones genéticas ofrecen una ventana única para entender cómo los seres vivos pueden evolucionar en zonas que consideraban donde ya no debería de haber vida.
AM.MX/fm