Francisco J. Siller
A Porfirio Muñoz Ledo se le ve cada vez más lejano a la fracción de Morena en la Cámara de Diputados. Desde el 2006, cuando Andrés Manuel López Obrador compitió por primera vez a la Presidencia de la República, fue uno de los hombres de su primer círculo. Hoy los morenistas pretenden callarlo e ignorarlo.
El experimentado político a sus 86 años no está dispuesto a cambiar respecto a su opinión independiente y libre a Morena. Para callarlo pretenden juzgarlo en el Comité de Ética en San Lázaro. Sus críticas al gobierno de la 4T y a la postura del grupo mayoritario lo sitúan como uno de los mayores oponentes al sistema.
En la sesión de este martes hubo otro zipizape, ahora por las modificaciones al artículo 4to. Constitucional. Ya una vez lo callaron cuando se trataba el asunto de migración. Ahora fue por las garantías de becas y pensiones de los programas sociales de López Obrador.
Es como el choque de dos locomotoras la de Muñoz Ledo y la de Mario Delgado, el coordinador morenista, al que no le gusta que “sus legisladores” se brinquen la tranca y vayan contra los intereses de grupo, o más bien contra la letra dictada desde Palacio Nacional.
Hipócritas, émulos y lambiscones, fue lo menos que les dijo Muñoz Ledo a sus compañeros de bancada, luego de haber negociado un cambio a uno de los párrafos para incluir que la prioridad del Estado dbería estar en conseguir los recursos necesarios para lograr progresivamente el estado de bienestar que pretende la 4T.
Muñoz ledo tuvo más apoyo de la oposición en la cámara que de sus correligionarios, que no solo impidieron discutir esa reserva, sino que lo callaron y provocaron su airada reacción. Con esta es la segunda vez que abandona una sesión tronando en contra de la bancada mayoritaria.
En algún momento la cohesión de Morena en la Cámara de Diputados, tenía que romperse. Ese respeto irrestricto a los deseos de Andrés Manuel López Obrador, por parte de Mario Delgado Carrillo, su coordinador provoca una crisis que será difícil de remontar, sobre todo porque muñoz Ledo es uno de sus pilares.
Con el desaire aún fresco, cuando en enero –en su carácter de presidente de la permanente– se le negó la palabra para criticar las acciones sobre migración, hoy volvió a ser “nulificado” por sus compañeros de bancada, por instrucciones de Mario delgado, a quien no gustó la modificación que propuso al texto de López Obrador.
Claro que Muñoz Ledo no se quedó callado y tras abandonar el pleno entre gritos de apoyo de la oposición dijo que “es infamante que en esta Cámara sólo se aprueben las reformas constitucionales que envía el Ejecutivo y no las que presentamos los diputados al Congreso de la Unión”.
Algo que resulta interesante de las declaraciones del diputado morenista –al que mantienen en la “congeladora”– es que en México exista una “dictadura silenciosa”, la que calificó de hipócrita y de doble lenguaje, que a su decir no cabe en la 4T emprendida por López Obrador..
De las 30 reservas discutidas el martes en San Lázaro solo se aprobó una presentada por la morenista Miroslava Galván, presidenta de la Comisión de Salud, y se aceptó parcialmente otra del PAN, para unificar en un solo sistema de salud la atención para asegurados y no asegurados.