viernes, abril 19, 2024

PERFILES POLÍTICOS: Al final del Arcoíris…

Francisco J. Siller

Llegamos casi al final del drama escénico del Avión Presidencial “José María Morelos y Pavón”, a más de dos años de ser el centro mediático del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, de ser uno de los distractores más importantes usados desde la campaña.

Ya hay dos compradores y uno de ellos adelantó ya un millón de dólares para apartarlo. Incluso firmó contrato, pero rivaliza con otro que podría mejorar su oferta. Sin embargo la expectativa es que en los próximos días o semanas, el avión tenga nuevo dueño.

En su lugar, el gobierno federal prepara ya un nuevo teledramón que avisora captar un mayor rating en la audiencia. “Al final del Arcoíris”, con el Roll protagónico de Emilio Lozoya Austin y las actuaciones estelares de Enrique Peña Nieto y Felipe Calderón, en su búsqueda por encontrar la olla con el oro.

Avión o Lozoya, son temas que van cumpliendo su cometido mediático, uno termina y el otro comienza, cada uno con la promesa de superar al otro y vaya que éste último tiene tela para cortar, sobre todo porque por decreto presidencial, los involucrados son culpables. No tienen derecho a la presunción de inocencia.

Del avión, en la mañanera de este lunes, el presidente López Obrador lo presentó a la prensa, aunque se negó a conocerlo por dentro, si arremetió contra el gobierno de Peña Nieto, por su lujo y por el negociazo que sería el Aeropuerto de Texcoco. Cumplió su ofrecimiento de campaña, de no poner un pie en él.

Pues estamos en la temporada final, en el desenlace que marcará la “rifa del avión” que contempla cien premios de 20 millones de pesos, es decir dos mil millones de pesos que serán repartidos entre unos miles de participantes en el sorteo que organiza la Lotería Nacional para el 15 de septiembre.

Pero las cosas no van bien, la pandemia dio al traste con los planes de venta. Al 24 de julio del 2020 se han vendido tan solo un millón 530 mil 800 cachitos, equivalentes al 25.51 por ciento del total de los seis millones proyectados. Quedan 48 días para cumplir la meta.

Lo recaudado hasta ahora apenas cubre poco más de 750 millones de pesos de los dos mil que se requieren para los premios ofertados. Si eso no ocurre al gobierno federal estará en la disyuntiva de suspender el sorteo o de aceptar la pérdida y cubrir el faltante, para cumplirle a la gente que invirtió en ese “cachito de la esperanza”.

El gobierno piensa que los empresarios y las organizaciones sindicales que se comprometieron a adquirir parte del boletaje cumplirán en tiempo y forma, sin tomar en cuenta que ese compromiso se adquirió antes de la pandemia, cuando la economía nacional no estaba en el riesgo de ahora.

Cuando no había la expectativa de una caída del PIB de dos dígitos, cuando 12 millones desempleos —formales e informales— se fueron al traste, cuando los índices de pobreza indican que casi 50 millones de mexicanos, la sufrirán de una u otra forma.

Así el Avión Presidencial dejará de ser el centro mediático para cederle el paso a la otra telenovela en horario estelar. La que protagonizará Emilio Lozoya Austin y que promete cientos de capítulos para concluir —incluso— días antes de las elecciones intermedias en junio de 2021.

Por cierto que haberle filtrado al Diario Reforma el documento del ex director de Pemex, para calentar el ambiente, fue una jugada maestra, sobre todo para darle credibilidad. Quién mejor que el medio al que el presidente más odia por su crítica insidiosa. Mejor que a cualquier otro, de esos que solo aplauden a la 4T.

De quién partió la filtración, no tiene la mayor importancia. Si fue la Fiscalía, los abogados de Lozoya o de alguna parte del gobierno federal —como aquel del BOA—, lo cierto es que puso a temblar a docenas de personajes opositores del régimen Lópezobradorista.

El presidente ha demostrado su habilidad en el manejo de “la caja china”, de las cortinas de humo para desviar la atención pública de los problemas más graves que aquejan a México. El asunto del avión es una muestra de ello, su rifa, su venta distrajo la mirada ante la caída de la economía a cero en 2019.

Ahora espera que el caso Lozoya, no solo lo ayude a desacreditar a panistas y priístas, sino que le ayude a diluir el grave efecto que la pandemia le hace a la economía nacional, a su imposibilidad de garantizar el cese a la violencia y la inseguridad, a las carencias en el sistema de salud.

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