CIUDAD DE MÉXICO, 3 de abril (AlmomentoMX).- Cada uno de los movimientos de esta transacción se ocultaron cuando tenían el carácter legal de ser públicos. Ocurrió en los primeros meses de 2018, el último año de Gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto.
En mayo de ese año, a un par de meses de distancia de la elección presidencial, mil 972 millones de pesos provenientes de las afores de trabajadores y del Fondo Nacional de Infraestructura (Fonadin) se utilizaron para comprar a precio elevado una participación en el Circuito Exterior Mexiquense (CEM), una de las obras construidas por OHL en el Estado de México, la entidad donde también gobernó Enrique Peña Nieto, y en la que recaen varios señalamientos de presunta corrupción, tanto en su adjudicación como en su construcción, funcionamiento y hasta en los rendimientos por peaje.
De acuerdo con Sin Embargo, el abogado Paulo Díez Gargari se encargó de documentar los pasos de este acuerdo en el que jugaron un papel importante la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar) y la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV). De acuerdo con información compartida a SinEmbargo, el movimiento de dinero inició en mayo de 2018, cuando la empresa australiana IFM Investors vendió el 49 por ciento de su participación en el CEM, por un monto aproximado en 27 mil 600 millones de pesos.
IFM informó en un par de eventos relevantes, que el fondo de inversión canadiense Caisse de Dépot et Placement du Quebec (CDPQ) fue quien compró ese 49 por ciento, lo que era falso. CDPQ es dirigido en México por Alonso García Tamiz, quien estuvo en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y luego fue director del Banco Nacional de Obras (Banobras) en el periodo en el que le fueron entregados los créditos más importantes al Circuito Exterior Mexiquense.
Pero CDPQ no se hizo del 49 por ciento, sino del 45.5 por ciento. El 3.5 por ciento restante fue adquirido por diversas Administradoras de Fondos para el Retiro, Pensionissste y Fonadin a través de Banco Invex en su carácter de fiducidiario a través del Fideicomiso CKD. Así se emitieron 36 mil certificados bursátiles por 2 mil millones de pesos que fueron a parar al capital social de la Organización Proyectos de Infraestructura (OPI), filial de OHL hoy Aleática y operadora del Circuito.
El fideicomitente y administrador del CKD es CKD Infraestructura México, que es un consorcio conformado por Afore XX Banorte, Afore SURA, Afore Banamex, Pensionissste y Fonadin.
El 9 y 10 de mayo, Aleática, OPI y Concesionaria Mexiquense (Conmex, filial de OPI) informaron que IFM “a través de una subsidiaria” había transmitido primero una participación del 10.01 por ciento de su capital de OPI a CDPQ, luego otro 38.99 por ciento.
Se optó por tomar un código secreto “Copper”, que fue tomado del fideicomiso CKD de la denominación social de Copper Infrastructure, SA de CV. Aparece en la información del 4to trimestre de 2018, difundida públicamente por el fideicomiso CKD a través de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV): “el 10 de mayo de 2018, el Fideicomiso confirma el cierre de la adquisición de una participación en un proyecto de infraestructura (Copper) presentado en la Asamblea de Tenedores el 29 de enero de 2018”. Pero no era “Copper”, era el CEM.
De acuerdo con la denuncia presentada ante la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la que SinEmbargo tiene copia, la razón de ocultar se debe a que no había manera de justificar que a unas cuantas semanas de la elección presidencial se invirtieran recursos del Fonadin y de ahorros de trabajadores, en el rescate de un proyecto tan cuestionado como el CEM.
Ese mismo día, el fideicomiso CKD publicó un evento relevante en el que informó “el cierre de la adquisición de una participación en un proyecto de infraestructura”, manteniendo ocultos los términos y condiciones de la compra y decidió que la presentación de dicho proyecto era de naturaleza confidencial.
Al 31 de diciembre, el Fideicomiso CKD ya había realizado una inversión por mil 972 millones de pesos que presentó como “Organización de Proyectos de Infraestructura (Proyecto Copper)”, sin mencionar siquiera al Circuito Exterior Mexiquense.
La Consar incurrió en lo mismo: en el Documento de Trabajo del 17 de noviembre de 2018, habla de una “Inversión en Instrumentos Alternativos” de las afores y se hace referencia expresa al CKD asociado al “Proyecto de infraestructura confidencial”.
Es hasta la presentación de los informes anuales de 2017 y 2018 que salen las claves: de parte de CDPQ se informa que sólo se hizo del 45.5 por ciento de participación en el CEM y OPI menciona en su “Actividad y Operaciones Sobresalientes” a CKD como “inversionista institucional con inversiones de largo plazo”.
En febrero de 2019, entre las inversiones realizadas por el fideicomiso CKD apreció “La Organización Proyectos de Infraestructura (OPI)”.
AM.MX/fm