jueves, mayo 2, 2024

OTRAS INQUISICIONES: Una historia de micófilos y micófobos

Pablo Cabañas Díaz.
Robert Gordon Wasson (1898 – 1986)  nació en Estados Unidos, en 1934 se incorporó a la firma J.P. Morgan Company en donde llegaría a ser vicepresidente en 1943. En 1926 se casó con Valentina (Tina) Pavlovna, una pediatra rusa. El  trabajo de ambos les obligó a aplazar su luna de miel hasta el año siguiente en el que los Wasson pasaron unos días en una cabaña en las montañas Catskills del estado de Nueva York. Cuando estaban paseando por el bosque su mujer salió corriendo ladera arriba gritando alegremente que había visto hongos. Comenzó a recogerlos mientras su marido le gritaba que no hiciera eso, que eran venenosos. No sólo los recogió, sino que Valentina cocinó los hongos para cenar y se los comió, delante de un Wasson horrorizado. Esta actitud diferente del matrimonio Wasson ante los hongos los llevó a reflexionar, sobre la existencia de pueblos amantes de los hongos o micófilos , y de pueblos a los que no les gustan los hongos o micófobos que eran los anglosajones. Les animó a acuñar la palabra micofobia, es decir que le tienen miedo a los hongos. A partir de esta reflexión los Wasson dedicarían gran parte de su tiempo libre, durante 30 años a intentar aclarar el papel de los hongos en el pasado de la humanidad.
Los Wasson integraron datos al estudio de los hongos con datos de otros campos de conocimiento tales como: historia, religión, aspectos lingüísticos, mitología, arte, arqueología y llamaron a esta nueva disciplina etnomicología. En 1952, recibió un recorte de prensa en el que se mencionaban dos escritos de Richard Evans Schultes, profesor de Ciencias Naturales de la Universidad de Harvard. Evans lo invitó a una velada en México  la que condujo un chamán  llamado Aurelio Carreras, en la que usó 13 pares de hongos . Ésta sería la primera de las 10 visitas que Wasson realizaría a México. Este primer rito en el que Wasson participó fue descrito de manera minuciosa en su primera obra, en 1957. El libro editado en dos volúmenes se titula “Russia, Mushrooms and History” y ganó un premio. Para poder ilustrar el libro, el micólogo francés Roger Heim les cedió las acuarelas de hongos dibujadas por el famoso botánico Jean Henri Fabre. Del libro únicamente se imprimieron 512 ejemplares numerados, siendo el precio de venta de 125 dólares de hace 66 años y no se ha vuelto a editar, pudiéndose conseguir todavía algún ejemplar a través de anticuarios al precio de 9 mil dólares. Con la curandera mazateca María  Sabina en el ritual sería total, ya que por primera vez un hombre blanco tomaría los hongos sagrados. Cómo Wasson escribe “… mi amigo Allan Richardson y yo compartimos con una hospitalaria familia, una comunión sagrada, en la cual se adoraron, primero, y se consumieron luego, ciertos hongos divinos.
En sus investigaciones etnomicológicas , Wasson contó con la colaboración de Roger Heim que se unió a las expediciones que Wasson realizó a México en los años 1956, 1959 y 1961. En 1958, durante una de las veladas en las que Wasson participó con María Sabina, realizó una grabación que en 1974 sería publicada. En 1959, Heim y Wasson publicaron un libro más donde comentan todas sus investigaciones y experiencias sobre el uso ritual de los hongos en México, a la vez que se describen e ilustran varias especies de hongos alucinógenos. En el último viaje que Wasson realizó a Huautla de Jiménez, en 1962, le acompañó Albert Hofmann, químico de los Laboratorios Sandoz de Suiza, descubridor del LSD. Hofmann logró sintetizar en el laboratorio uno de los principios activos del teonanacatl, y acudió a conocer a la sabia María Sabina a  la que regaló un frasco de una de esas píldoras.

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